Derecho De Los Pueblos

Derecho de los pueblos
La democracia cercenada.
Análisis al origen republicano del “Orden en sí”




Construcción de Estado en Chile





















A modo de introducción…


(Apuntes generales)





A partir de la lectura de la introducción y parte del desarrollo de su tesis, en su libro[1], el historiador Gabriel Salazar nos invita a reflexionar y acuestionar, mediante un estudio acabado y confrontacional, las bases institucionales, legales, ideales y abstractas de nuestra Republica chilena, pues pareciera ser –a juicio del autor- que la clase política del presente y del pasado reciente, al igual que la inmensa mayoría de los ciudadanos, desconocemos (o nos han hecho desconocer) uno de los derechos legales mas propios de cualquier ciudadaníadentro de un sistema estatal “moderno” como el nuestro, cual es El Derecho social a la Legitimidad del Poder Estatal. Esta legitimidad, como concepto debe imbuirse o, más bien, nacer desde la propia sociedad civil, pues en ella esta radicada la verdadera Soberanía, la cual debiera ser participativa, abierta, democrática y ciudadana.


Por lo que la soberanía ciudadana (esencialmente asentadaen el pueblo y no en un sector de este) requeriría de una efectiva participación de la sociedad en su conjunto en la toma de las decisiones que le son propias (y no la imposición de normas “desde arriba”) Estas decisiones políticas son las que, apoyadas en el derecho soberano de los pueblos a gobernarse, debieran tender hacia lo publico, aspirando al máximo bien común, pues ese sería su finpolítico.


El autor, a partir de una reflexión nacida a la luz del pacto “de transición hacia la democracia”, cuestiona la legitimidad o ilegitimidad del orden constitucional, económico y cultural impuesto, y busca la forma de dar cuenta y tomar conciencia de este grave problema, al cual la mayoría de los intelectuales y casi la totalidad de la sociedad civil (para que hablar de la clase política),simplemente echamos al olvido.


Critica la categorización que se ha hecho con respecto al régimen republicano chileno, (catalogado de estable y eficiente) pues esta categorización no toma en cuenta el real motivo de cualquier régimen “moderno”, es decir, la voluntad general del pueblo. Es probable que el orden, desde los inicios de la Republica (y mas aun después de la Constitución portaliana)haya sido estable, pero ¿Será legítimo? ¿Ha tomado en consideración las verdaderas necesidades e incluso las decisiones de los sectores mayoritarios (y postergados) de la nación ciudadana? La respuesta no podría ser afirmativa. Y al no considerar o, en el mejor de los casos, considerar a medias la soberanía popular ¿Ha sido eficaz en esta tarea? Ciertamente, ha sido eficaz para algunos, pero nopara todos los sectores de la sociedad civil.


¿Donde esta entonces la soberanía popular, el derecho prístino de los pueblos (nacido de los fueros medievales europeos, o quizás mucho antes)?


Es por esto que el autor señala que nuestra memoria política esta enferma. No hemos sabido dar respuestas satisfactorias a las encrucijadas de la Historia, y nos han llevado como sociedad a un Estadodonde se piensa que el “orden en sí” en inmutable y, por lo mismo, la soberanía popular y la participación ciudadana es inconducente, en cualquier sentido.


Esto pues no hemos sabido y hemos olvidado rescatar nuestro “espacio publico” dentro de esta historia. Es lo que llamaría “historicidad en movimiento” donde el movimiento del pueblo a sido desprestigiado, cercenado y acallado por las vocesdel orden “desde arriba”, oligárquico y, en extremo, antidemocrático. Este cercenamiento se da a favor del “orden en si” instaurado por el orden portaliano, pero que tiene su génesis en eventos y lineamientos políticos y económicos muy anteriores. Este siempre ha ido en contraposición con los procesos de Democratización efectiva de la ciudadanía. Y ha tenido sus defensores a ultranza, con...