Derecho del trabajo
EL DERECHO DEL TRABAJO
CARLOS DE BUEN UNNA
Sumario: I. Una incómoda reflexión inicial.- II. El trabajo y el Derecho.- III. El ejercicio profesional: a)El bufete; b) La empresa privada; c) El sector público; d) La actividad jurisdiccional; e) La actividad legislativa f) La actividad académica; g) Los organismos internacionales.- IV. El futuro delderecho del trabajo.
I. Una incómoda reflexión inicial
Una de las decisiones verdaderamente trascendentales, de la que dependerá buena parte de nuestra suerte y de la de nuestra familia, es la elección de la carrera, misma que tomamos, por lo general, al haber transcurrido alrededor de una quinta parte de la vida, cuando no contamos ni con la suficiente información, ni con una experienciarazonable que nos permita anticipar un buen resultado.
Después habremos de invocar razones más que suficientes para justificar la tan “atinada” decisión: la evidente vocación por la abogacía, una innata habilidad por la dialéctica y la negociación, la gran preocupación por la justicia o de plano, nuestra desbordada pasión por el Derecho.
Ya en la intimidad, habremos de reconocer queseguimos la carrera un poco por inercia; tal vez por la seguridad de contar con un despacho ya puesto, con una atractiva cartera de clientes; quizás también, por qué no, para aprovechar un camino andado por alguien más, en el que se ha asociado un apellido ilustre, casualmente el nuestro, a esta profesión.
En muchos casos no habrá ni padre ni tíos abogados, pero el ejercicio del Derecho habráparecido una lucrativa profesión, relativamente fácil de estudiar. No podemos descartar tampoco el temor reverencial por las matemáticas y otras “ciencias duras” cuya exactitud no permitiría ocultar nuestra ignorancia tras hábiles sofismas. A final de cuentas, nunca dejamos sin contestar una sola pregunta en los exámenes de Civismo de la Secundaria, o en los de Derecho, en la Preparatoria, y después detodo, con un pequeño esfuerzo, pudimos pasarlos razonablemente bien. En cambio, la maldita Química...
Pues bien, ya estamos aquí, a media carrera o quizás un poco más adelante, y ahora tenemos que decidir el área en la que habremos de especializarnos. De nuevo nos enfrentamos a nuestra gran inexperiencia y una vez más podemos repasar algunas de las verdaderas razones que nos trajeron a estaprofesión, sobre todo las familiares y las económicas, que serán fundamentales para la nueva elección.
Pero más vale no hacerse grandes ilusiones. Es muy probable que tengamos que dejar de lado nuestros gustos y vocación, al darnos cuenta que más que nuestra elección, será el mercado el que tome por nosotros la decisión. En el mejor de los casos seremos parte de esa minoría privilegiada que yatiene su lugar en un bufete, en una notaría, en un importante grupo empresarial o quizás en una central sindical. Aún así, la elección no habrá sido realmente nuestra.
Pero la inmensa mayoría no sabrá en donde trabajará y las esperanzas originales de entrar a esa prestigiada firma de penalistas, fiscalistas o corporativistas, probablemente acabarán en un desconocido despacho de laboralistas,por allá por los rumbos de la Junta de Conciliación y Arbitraje, desahogando consultas gratuitas, antes de hacerse cargo de la primera audiencia, representando a ese infausto trabajador que llegó al despacho, no por recomendación de un cliente satisfecho, sino gracias al pago de una comisión, obviamente sin recibo. No les servirá de consuelo saber que a otros les ha ido peor, manejando un taxiajeno mientras esperan la oportunidad de ejercer de cualquier manera la profesión, por no hablar de aquellos para quienes lo del taxi es todavía una aspiración.
Y así, de manera nada atractiva, nos topamos con el principal problema del derecho laboral: el desempleo o, mejor dicho, la falta de trabajo.
II. El trabajo y el Derecho.
Se ha dicho que la inteligencia es lo que distingue...
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