derecho mercantil
Antes que nada debe recordarse que según la concepción propia del Estado de democracia clásica del valor político fundamental está representado por la eminente dignidad de la persona humana, ya que la organización estatal ha sido instituida y desarrollada con el único objeto de fomentar las múltiples posibilidades derivadas de la mismapersona y para facilitar su realización efectiva en el seno de la sociedad.
De lo anterior se desprende que, para la mejor realización de las decisiones libres de los integrantes del elemento humano del Estado, es decir de su ' 'pueblo", el mecanismo de la organización estatal debe apoyarse esencialmente en la fórmula del autogobierno, que tiende a resolver el problema, que se considera fundamentalen esta "forma de Estado", de armonizar la libertad de cada uno con la libertad de todos los demás, a través de la "identificación lo más perfecta posible, entre gobernantes y gobernados".
Pero en virtud del gran número dc ciudadanos que generalmente existen en
los Estados contemporáneos, es claro que las diversas funciones públicas sólo pueden ser desenvueltas directamente por los mismosciudadanos, o sea, a través de la llamada democracia directa, en situaciones y en sectores muy limitados y circunscritos, como ocurre, por ejemplo, cuando el cuerpo electoral es convocado para participar en las elecciones o en los referéndum, o cuando un grupo de electores utilice la iniciativa popular.
En consecuencia, las referidas funciones, o por lo menos, las más esenciales, deberánejercitarse por individuos en número muy reducido,
pero designados para desempeñar Sus atribuciones en los órganos estatales, mediante una elección popular, como sucede con los miembros de las Cámaras, los Jefes del Estado en los sistemas republicanos, etcétera, y sometidos en ocasiones a controles continuos, según ocurre con los ministros integrantes de los gabinetes parlamentarios que deben gozarpermanentemente de la confianza de las asambleas legislativas, dando
lugar a la llamada democracia representativa.
La extrema complejidad dc las estructuras propias de los Estados modernos
requiere, por otra parte, que bajo la dependencia de los mencionados órganos representativos se establezcan numerosos organismos ejecutivos, designados con
Apoyo en criterios puramente técnicos; porejemplo, utilizando el procedimiento del concurso público.
Sin embargo, como en un régimen de plena y efectiva libertad, la unanimidad en las decisiones es prácticamente inalcanzable entre los hombres, por razones de estricta necesidad se ha aceptado, tanto para las decisiones de carácter electoral como para las resoluciones de los organismos colegiados, el principio de la mayoría.
Pero debeadvertirse claramente que dicho principio no se apoya sobre el presupuesto, que puede resultar equivocado, dc que la opinión prevalente deba ser considerada siempre como la verdad más exacta, sino que tiene su base en el simple razonamiento de que la aceptación del propio principio mayoritario representa la solución susceptible de obtener el mayor número de 'decisiones individuales”
No obstantelo anterior, el reconocimiento exclusivo del principio de la mayoría puede conducir a una situación de arbitrariedad peor que la. Establecida por un autócrata, especialmente si este último fuese particularmente Iluminado, por lo que el citado principio mayoritario se puede atemperar oportunamente con el diverso principio de carácter especial, que podemos denominar principio de la tutela de losderechos de las minorías, dando lugar a la existencia de diversos sistemas de pluripartidismo.
Resulta indispensable que los grupos minoritarios, ya sea que actúen con apoyo en intereses económicos políticos, étnicos, o religiosos, o como frecuentemente sucede, debido a un acervo muy complejo de los propios intereses, cedan voluntariamente a las decisiones legítimas tomadas por la mayoría, pero...
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