Derecho Procesal Penal - El derecho a mentir

EL “DERECHO” A MENTIR EN EL PROCESO PENAL

Julio E. E. Agnoli (**)

I. INTRODUCCIÓN: MARCO TEÓRICO Y DATOS HISTÓRICOS
En estos tiempos en que la mentira es una moneda de uso corriente, nos planteamos en este trabajo, escribir acerca de “la mentira” dentro del marco del proceso penal. Así, partiendo del principio de inocencia, y del principio de que nadie puede ser conminado a declararcontra si mismo (art. 18 de nuestra Constitución Nacional), nos propusimos investigar sobre la existencia o no de un pretendido “derecho a mentir”. Pero antes de entrar en dicho análisis, consideramos necesario hacer algunas observaciones al respecto.
Como primer punto, nos referiremos a la defensa en juicio, al origen del principio de inocencia y su razón de ser, principios estos que -en países comoel nuestro que heredaron las Leyes de las Partidas y la Santa Inquisición- no.se conocieron sino hasta entrado el Siglo XVII.
A partir de la Revolución Francesa, el sistema occidental europeo sufrió grandes cambios, todos ellos con miras a salvaguardar la dignidad del acusado. Y es así como se empezó a perfilar, aunque muy tímidamente, la concepción del imputado como sujeto -y no como objeto-del proceso penal. Posteriormente, comenzaron a desarrollarse el “derecho” a declarar y la prohibición de obligar al imputado a declarar contra si mismo.
En la historia institucional argentina advertimos un fenómeno interesante: por un lado, encontramos una fuerte influencia del sistema continental europeo, de marcados rasgos inquisitivos, evidenciados sobre todo en la cultura y en lasprácticas tribunalicias; y, por el otro, en nuestra Carta Magna calaron hondo las ideas del liberalismo político, siendo una de sus principales fuentes la Constitución norteamericana, de tinte acusatorio. Es decir que podríamos hablar de un “divorcio” entre la realidad cultural y la norma constitucional.
En la reforma del año 1994, se integró la Constitución Nacional con diversos Tratados Internacionalesque señalan al imputado como sujeto de prueba dentro del proceso penal, reafirmándose así las garantías que le atañen, y considerándose a la declaración indagatoria como un acto de defensa material.
Hoy podemos afirmar que el imputado puede ejercer su derecho de defensa tanto declarando –como producto de una decisión libre y voluntaria- como absteniéndose de ello, sin que dicha abstención puedaser utilizada como elemento de cargo en su contra. Al decir de Tedesco , “la libertad de declaración del imputado está configurada por dos caras contrapuestas: por un lado, por el derecho que posee para "hablar", el cual no es otro que el derecho a ser oído, fundamento del derecho de defensa; y por el otro, por su derecho para "callar", garantía implícita en el resguardo que protege a cada personacontra toda obligación que implique, no importando de qué manera, su autoincriminación.
Esto último fue gracias a la influencia que el Derecho Anglosajón y su “Common Law” han tenido en nuestro Derecho. Así, en lo que hace al desarrollo de la garantía de la no incriminación, la estirpe anglosajona salta a la vista. En efecto, la famosa “Bill of Rights” o “Carta de derechos” redactada enInglaterra en 1689, constituye uno de los precedentes inmediatos de las modernas “Declaraciones de Derechos”. Posteriormente, el derecho a no suministrar pruebas contra uno mismo fue recogido en la Declaración de Derechos de Virginia (EE.UU.) de 1774.
Específicamente en lo que hace al objeto del presente análisis, el derecho a la no incriminación encuentra fundamento jurídico en la famosa “V Enmienda”de la Constitución estadounidense. En virtud de aquélla, a ninguna persona “.se le podrá obligar en una causa criminal a que testifique en contra de sí misma...”. Fue el caso “Miranda vs. Arizona” el que, posteriormente, reglamentó el contenido de dicho derecho, fijando reglas claras y precisas para el interrogatorio de una persona detenida, hoy conocidas como “Las Reglas de Miranda”. Se trata...