Derecho a la educación - defensoría del pueblo
DERECHO A LA EDUCACION
Defensoría del Pueblo Derechos humanos, para vivir en paz
DERECHO A LA EDUCACION _________________________________________ Volmar Pérez Ortiz Defensor del Pueblo _________________________________________ Edición general Mauricio Hernández Mondragón Director Nacional de promoción y divulgación de derechos humanos Defensoría del Pueblo ________________________________________ Las opiniones de los autores del texto que se incluye en la presente publicación no reflejan necesariamente la posición institucional de la defensoria del pueblo. __________________________________________ El presente texto se puede reproducir, fotocopiar o replicar, en todo o en parte y por cualquier medio, siempre que se cite la fuente. _____________________________________________ Diseño: Nelson Cruz Impresión: Imprenta Nacional _____________________________________________ Defensoria del Pueblo Calle 55 No.10 – 32 Teléfonos 691 53 55 – 314 73 00 – 314 40 00 www.defensoria.org.co Bogotá, 2002.
CONTENIDO 1. 2. 3. 4. 5. 6. Presentación derechos económicos, sociales y culturales. derecho a la educación manual de casos glosario guía didáctica
PRESENTACION
Los Derechos Humanos son la más importante conquista de la humanidad. Ningún otro descubrimiento, ningún resultado del ingenio o la creatividad humana son más nobles, más notables, más hermosos y más importantes para hombres y mujeres que el catálogo simple de aquellos derechos que no nos pueden ser arrebatados por nadie y que nos tienen que ser respetados por todos. En efecto, los derechos humanos, consagrados hoy en múltiples textos de derecho internacional y en todas las constituciones democráticas del mundo, son necesarios para que la comunidad política pueda ser una comunidad realmente justa y civilizada. Allí donde no hay conciencia de los derechos humanos, donde se cree que son meras formulaciones retóricas que el poder puede acomodar a su antojo, allí donde no existe una verdadera cultura de los derechos, las mujeres y hombres están desvalidos, inermes, frente a la injusticia y al atropello. A este respecto resultan sabias las palabras del preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, según las cuales: " el desconocimiento y el menosprecio de los derechos
humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad".
En Colombia, justo antes de la fundación de la República, don Antonio Nariño tradujo al castellano la declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano. Se proponía Nariño que todos pudiéramos leer un texto que proclamaba el respeto de los derechos de las personas, como condición necesaria para que la sociedad fuera justa y el poder legítimo. Señaló entonces que era indispensable que las leyes y las conductas de las gentes en América respetaran la vida humana, la integridad personal, la libertad y la igualdad de todos los hombres y mujeres. Esos elementales ideales llevaron a Antonio Nariño a la cárcel y a muchos de sus defensores a la marginación, al exilio o a la muerte. Sin embargo, a pesar de que la historia de Nariño se ha repetido incansablemente, siempre habrá seres humanos con el coraje y la solidaridad suficiente para insistir en que este país tiene derecho a darse una oportunidad desde los derechos humanos. Y esas personas tienen que saber que la Defensoría del Pueblo está de su lado. Tienen que saber que no dejaremos de hacer nada que pueda estar a nuestro alcance para trabajar por que todos los habitantes de Colombia tengamos derecho, como lo tiene el resto de la familia humana, a vivir en una sociedad en la que se respeten nuestros ...
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