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Transformación desde la acción política: ¿un fin o un medio?
A través de la historia es fácil recordar los grandes sucesos en los que el pueblo se ha manifestado en contra o favor de una causa y ha logrado generar transformaciones radicales cuando así se lo ha propuesto gracias a la unanimidad de la voluntad, pero valdría la pena preguntarse hasta qué punto estas acciones han sido incitadaspor su propia determinación o hasta donde la influencia de las elites, contra las que en muchas ocasiones luchan, también mediante la persuasión logran hacer de las masas un instrumento más para sus fines .
De esta forma la acción política está llamada a pasar de brotes de manifestación esporádicos que solo surgen cuando la inconformidad y la indignación han llegado al tope máximo de losoportable, a tomas radicales de poder que demarquen una participación activa y constante en los procesos políticos que afectan directamente al pueblo, puesto que la estrecha relación de la acción política con lo que acapara lo público, la multitud y el general intellect en términos de Virno, puede ser socavada u omitida por las elites que rigen; el pueblo está en la capacidad de actuar por sí mismo yen el deber de hacerlo para sí mismo, no para estar al servicio de unos pocos que hoy en día en muchas sociedades como por ejemplo la nuestra siguen sacando provecho de la manipulación ideológica de los otros para sus propios intereses, por ello la base para la construcción de la acción política como estructura dinámica y preponderante de cualquier sociedad está en el desarrollo del generalintellect al servicio de la multitud, es decir, el momento en que las voces del pueblo son escuchadas y se habilita su intervención activa y dinámica dentro la esfera publico/política.
Ahora los medios mediante los cuales se logran esas transformaciones no son siempre legitimas pero para muchos indispensable en este proceso, así la desobediencia civil como forma de manifestar no solo el abandono,deslealtad e inconformidad de la multitud hacia el Estado sino también de cuestionar su facultad para mandar, es un poco contradictoria puesto que paradójicamente de las deficiencias del sistema no se le puede acusar solamente al gobierno de turno sino que en mi opinión la responsabilidad recae también en nosotros quienes siendo parte de lo que se considera el Estado y a quienes afecta directamentelas decisiones que se toman, contribuimos con nuestra indiferencia a la creación de las condiciones necesarias para que quienes lleguen al poder puedan abusar de esté.
Concuerdo con Virno en cuanto a que la multitud a diferencia del pueblo siendo una unidad radicalmente heterogénea en relación al Estado no puede concebir una democracia representativa, puesto que no se busca una voluntadgeneral, el general intellect se alza como premisa de la relación entre el saber y la comunicación, del cuidado de los asuntos comunes de todos y para todos, de esta forma creo que la diversidad ya no es más un problema sino una solución en sí misma, ya no hay necesidad de buscar quien representa a la mayoría sino que la mejor representación de la multitud es la multitud misma y me baso en el hechode que la historia ha demostrado y sobre todo la latinoamericana que el poder adquirido por algunos que dicen representar a quienes les eligieron puede transformarse en un peligroso instrumento de opresión, dictaduras y mandatos violentos.
No considero la violencia como el medio más adecuado para lograr las transformaciones requeridas en una sociedad y tampoco apruebo la coerción o el uso de lafuerza ni por parte del Estado ni por parte del pueblo, pero desde un análisis objetivo y lógico si el Estado argumenta la urgencia de la normalización en pro del bienestar común, entonces también se podría decir que la multitud está en su derecho de recurrir a ella, cuando las funciones en la esfera política se sale de su normal curso, a pesar de que desde esta perspectiva el fin justifica...