Derecho

LA LEGITIMIDAD DEL DERECHO PENAL COMO MECANISMO DE CONTROL SOCIAL
Definimos como legitimidad la racionalización que hace que los actores le otorguen obligatoriedad al Derecho.
Así, para Weber, la legitimidad es la creencia que garantiza la validez o permanencia de un orden jurídico aunque cambien sus instituciones, definiendo al Derecho como el “orden que está garantizado externamente porla probabilidad de la coacción física o por un cuadro de individuos instituidos en la misión de obligar a la observancia de ese orden o de castigar su transgresión”.
Durkheim, en su teoría estructural-funcionalista, analiza el orden jurídico, como un hecho social cuya función es posibilitar a los grupos sociales organizar, mediante la cohesión social, la solidaridad de la sociedad, ya se tratede una solidaridad mecánica (represiva, basada en el Derecho Penal, propia de las sociedades primitivas) u orgánica (usual en las sociedades avanzadas, vinculada con pos fines restituidos del Derecho Civil y Comercial).
Clásicamente se considera que la meta del Derecho Penal es la seguridad jurídica, teniendo la pena un papel de prevención general. Se orienta en consecuencia a los que no handelinquido.
La seguridad jurídica, por su parte, tiene un aspecto objetivo (tutela de bienes jurídicos) y uno subjetivo (sentimiento de seguridad jurídica). Tanto cuando se lesiona el aspecto objetivo (afectación del bien jurídico) como la lesión al sentido subjetivo (alarma social) configuran lesión a la seguridad jurídica.
Toda pena implica necesariamente afectar bienes jurídicos del autordel delito, ya se trate de su libertad o de su patrimonio. Por ello es correcto concluir que aunque todo Derecho propende a la seguridad jurídica, sólo el Derecho Penal lo hace por medio de la coerción penal.
A diferencia de las demás sanciones jurídicas (reparación civil, multa administrativa, nulidad procesal, etc.), la coerción penal es específicamente preventiva o particularmente reparadora.El Estado moderno y su consiguiente producción normativa en el área penal, han adherido a la noción del agente delictivo individual promovida por la doctrina criminalística; en definitiva, más allá de que las figuras penales contemplen los casos de concierto para la acción delictiva, la función represiva se orienta en base al principio de la personalidad de la pena.
Sin embargo, en estetrabajo se propone asumir que gran parte de la actividad delictiva común u ordinaria representa una de las eventuales manifestaciones comunitarias de sectores marginalizados, la cual se exterioriza por medio de la acción criminal de un sujeto o agente, pero que en esencia le es previa y ajena.
En otros términos; no correspondería referir a la existencia de elementos que hacen al criminal, sino quela criminalidad como tal surge de la interrelación compleja de elementos comunitarios propios de los sectores de la población marginada de la sociedad civil.
La mayoría de los delincuentes comunes son marginales y esa marginalidad es la que de alguna manera causa el delito, que se va reproduciendo , retroalimentando un sistema donde el actuar de acuerdo a la legalidad es la excepción, y dondelas reglas de conductas son la propias de esa subcultura particular, generando así una socialización deficiente en términos normativos.
El Estado ha intentado dar respuesta a este problema, con acciones que son básicamente de dos tipos: represivas y educativas.
Si vemos las estadísticas nos daremos cuenta que de poco han servido unas y otras.
A nivel de la actividad represiva, en el cortoplazo ni la creación de nuevas figuras penales ni el aumento de las penas de las ya existentes ha impactado favorablemente en las cantidad de delitos ni tampoco en la naturaleza de los delitos, y aún en algunos casos ha provocado efectos adversos como se constata en los ejemplos gráficos expuestos a continuación.
En los mismos se aprecia el impacto que representó la ley 17.243, o “Ley de...