Derecho
De esta forma podemos decir,sin salirnos de la normalidad, que los seres humanos, por más diversos que parezcan sus caracteres y sus temperamentos, por más disímiles sus fines particulares, por más contrarias sus actitudescoinciden en un punto fundamental: en una genérica aspiración de obtener su felicidad que se traduce en una situación subjetiva consiente de bienestar duradero, que no es otra cosa que satisfacción intimapermanente. Así para el egoísta, la felicidad estribara en procurarse a sí mismo los mayores beneficios posibles, aun en perjuicio de sus semejantes; para el altruista, para el filántropo, en cambio,la felicidad, que se revela, repetimos, genérica y formalmente como una satisfacción vital subjetiva de carácter durable, consistiría en hacer el bien a sus congéneres, a su pueblo, a la sociedad deque forma parte.
Esta finalidad última del ser humano, este fin genérico del individuo, se revela en cada caso concreto mediante los propósitos privativos y particulares que cada quien conciba y cuyapretendida consecución determina los actos exteriores del sujeto, que en su conjunto constituyen el desenvolvimiento de la personalidad humana.
Todo hombre aspira a algo, todo ser humano concibe...
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