Derecho
LA burguesía es por sí misma producto de un largo desenvolvimiento, de una serie de revoluciones en los medios de producción y de comunicación” Note1. (1).
EL laberinto de los mapas contemporáneos, tan com plicados por los numerosos y bruscos cambios que se operan en estos años de transición, parecería unaestructura sencilla si lo comparásemos con, las cartas geográficas medievales. En ellas el continente europeo dá la impresión de un verdadero “pandemonium”, lleno de divisiones y subdivisiones, correspondientes a millares de señoríos. En todos aquellos países la producción feudal se caracterizó “por la división del suelo entre el mayor número posible de sujetos” Note2. (2).
Tal desorden era exponentedel caos impuesto por el latifundio originario de la antigüedad, pero que alcanzó su apogeo en la Edad Media, de la cual fue cédula fundamental, en su calidad de base económica del feudalismo.
Anidaba en cada latifundista un pichón de monarca, un reyezuelo engreído rodeado de su pequeña corte, emplazada en el corazón de su dominio: el castillo fortaleza, la iglesia catedral o la abadía. Supoderío no se medía por el valor de sus rentas, sino por la extensión de sus tierras y el número de habitantes que vivían dentro de sus lindes. Eran estos sus siervos económicos, sus vasallos políticos y los guerreros que luchaban bajo su pabellón. En medio de semejante panorama, durante la época inicial de la Edad Media, la autoridad real fue más bien ficticia, teórica, y allí hunde también susraíces la permanente refriega por el suelo y el aumento dela cifra de los siervos y colonos que asoló aquella era.
Hoy algunos vocean en Chile la consigna “Ni hombre sin tierra ni tierra sin hombres”. En el Medioevo circulaba una parecida en la forma, pero animada por un opuesto sentido: “Ni señor sin tierra ni tierra sin señor” Note3. . Era el lema, el santo y seña de la época.
Pues no sólo lossiervos carecían de ella, aunque, de modo nominal, algunos tuviesen derecho a una parte. Entre los desheredados figuraban también muchos nobles. Tal hecho minaba la piedra miliaria, vulneraba la esencia misma del feudalismo y plagaba Europa de segundones.
Este sustrato empobrecido de la aristocracia, desposeído de bienes, acosado por las deudas, ardía, en rencor hacia sus hermanos másafortunados de clase, que se habían engullido su porción. Condensábase el odio, amenazando desbordar los moldes establecidos. Los señores ricos y, en especial, “el centro internacional del feudalismo”, la Iglesia, temían el estallido de la ira acumulada.
Entonces un rayo divino no iluminó el camino de Damasco, pero sí el de Jerusalén. Esta extraña luz reveladora encomendó al Papado unir a lacristiandad entera, a fin de que, superadas las diferencias internas, fuese a combatir por el rescate del Santo Sepulcro, en poder del Islam.
Híbridos cuerpos expedicionarios de místicos y bandoleros, formando un ejército cruel, emprendieron una de las guerras de fondo económico más colosales de toda la historia.
Bajo el emblema pontificio, se puso en movimiento ese fogoso océano humano, debajas, y elevadas pasiones, de fe y sed de riquezas, en cuyas ondas borrascosas Pedro el Ermitaño iba predicando sobre su jadeante borrico, mezclado al ardor del saqueo, y la Iglesia, con sorprendente naturalidad, sostenía un diálogo cordial con la sangre.
¿Cuáles, eran los móviles que empujaban a los diversos grupos participantes? ¿Un simple afán de cumplir con el mandato de la Santa Cruz? ¿Nohabía entre los objetivos que lanzaban a la aventura a ésta trashumante caravana un acicate más fuerte? ¿Qué perseguían, por ejemplo, los castellanos dueños de vastas posesiones señoriales? Otras posesiones y el incentivo de un espléndido botín oriental.
¿Qué querían los señoressin tierras? Amaban lo que no tenían. Deseaban tierras sin señores, bienes mostrencos, aunque fuese a la fuerza. Y,...
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