Derecho

LOS PROBLEMAS DE LA SALUD EN COLOMBIA: ¿REFORMA O REDISEÑO DEL SISTEMA?

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on la expedición de la ley 100 de 1993, se pretendió que el estado colombiano se había provisto de la herramienta adecuada para poder llevar a cabo su obligación de garantizar uno de los derechos más importantes y más complejoscomo lo es el derecho a la salud. Este derecho cobra una gran importancia dentro de la actual concepción del estado social de derecho cuya finalidad es el respeto, protección y garantía de las condiciones que aseguren la vida digna de sus asociados, sobre todo porque no se puede hablar de vida digna aislando una aspecto propia de ella como lo es la salud. Así lo ha reconocido la corteconstitucional en abundante jurisprudencia donde determina el carácter fundamental de este derecho, aspecto que sobra discutir aquí.

Le ha correspondido a la corte precisamente el arduo trabajo de direccionar el ordenamiento jurídico dentro de los lineamientos que nos dejaron los constituyentes de 1991 frente a las frecuentes tendencias de apartarlo de él, pues pareciera que muchos no conformes con elcambio, nos quisieran devolver al pasado ya superado. No obstante la trascendencia de la constitución de 1991, en la práctica ha sido reiterada la tendencia a no reconocer los criterios que ahora nos orienta como estado, razón por la cual cada sentencia de la corte es como si dijera: ¡hey, recuerden que nuestro eje ahora es la persona humana!, pues después de tantos años en vigencia de la nuevaconstitución, es la persona humana la que menos se quiere reconocer.

La reducción de las garantías fundamentales a las que tenemos derecho como personas consideradas en sí mismas se ha convertido en la constante hoy día, y he allí el origen de la problemática que enfrentamos en cada área, ya sea que actuemos como personas o ciudadanos, pues si no se puede garantizar la dignidad de la persona, sedebilitan las demás instituciones que se nutren de ella v. gr. La democracia, las libertades públicas etc., y por ende se debilita el estado.

Todo esto nos lleva a preguntarnos cuál es el fin perseguido por nuestras instituciones? ¿Reproducen ellas el espíritu de nuestra carta magna? ¿Qué principios las orienta?, ya que la sensación que todo esto nos deja es que los derechos fundamentales cada díason enajenados a favor del interés particular y de la economía de mercado, donde no valemos por lo que somos, sino por lo que tenemos. Es esta la tendencia que parecen promover nuestras entidades encargadas de la prestación del servicio de la salud, donde dicha prestación puede esperar, e incluso prescindirse de ella en caso de no reportarse ganancias por parte del usuario.

Nuestro actualsistema de salud no ve a los usuarios como los contempla nuestra constitución, es decir, como personas a las que se les debe garantizar el goce efectivo de sus derechos (en este caso la salud), sino –y lo digo recogiendo las criticas que ya algunos han hecho- como cosas con un valor económico. Cada afiliado representa una suma de dinero que estas entidades quieren acaparar, traduciendo a las personasen ganancias para ellas, con la consecuente reducción de la salud en un asunto de negocios. Esta es la razón por la cual nuestro sistema de salud adolece de tantas fallas, que tienen su origen en la forma como fue pensado, pues buscaba favorecer más que todo a los que en un futuro irían a invertir en él como un negocio.

Si el sistema implementado a través de la ley 100 tuviera como fin últimogarantizar de manera efectiva el derecho a la salud, y los encargados de ejecutarla estuvieran armados del mismo pensamiento, obviamente no se estuvieran cometiendo las violaciones que han surgido dentro de ella contra los usuarios, los cuales les ha tocado recurrir en última instancia a la tan popular acción de tutela para que se les reconozca los derechos que se les son negados por estas...