derecho
La abogacía no es una consagración académica sino una concreción profesional, porque nuestro título no es el de "abogado" sino el de "licenciado en derecho" que nos autoriza para ejercer la profesión de abogado . Así pues quien no dedique su vida a pedir justicia a los Tribunales y a dar consejos jurídicos, será todo lo licenciado que quiera ser, pero abogado no será . Elque aprovechó su título para ser ejecutivo de la municipalidad, entre éstos debe figurar e igualmente los que se aplicaron para ser banqueros, diputados, periodistas o representantes comerciales: ¡entre ellos han de figurar!, porque ser abogado es cosa bien distinta... como se verá.
2.-La fuerza interior del abogado
La fuerza que no hallemos en nosotros mismos no se hallará en ninguna parte, yaque fuera de nosotros están toda clase de sugestiones: el doctrinarismo contradictorio para sembrar la duda, el sensualismo para perturbar nuestra moral, la crítica para desorientarnos, el adversario para desconcentrarnos, la injusticia para enfurecernos. ¿Qué pasa cuando se nos plantea un caso y hemos de formar opinión y trazar un plan?:
1( Sentimos que una voz interna nos dice "cuidado! notengas el atrevimiento de juzgar sin leer lo que dicen los autores y consultar la jurisprudencia y escuchar el parecer de tu docto amigo Fulano" y es así como esta voz nos induce a perder el sentido propio a puro recabar los ajenos.
3.-El abogado y la sensación de justicia
¿Dónde ha de buscar el abogado la orientación de su juicio y las fuentes de su actuación?, ¿en el estudio del derecho escrito?,¡terminantemente no!. ¿Es arbitrario pensar así?, ¡absolutamente no!. El derecho es un fenómeno consustancial de la vida, cuyas complejidades aumentan por instantes y escapan a las más escrupulosas previsiones reguladoras, el derecho no establece la realidad sino que la sirve y por esto camina mansamente tras ella, consiguiendo rara vez marchar a su paso. Así pues, lo que al abogado importa no essaber el derecho, sino conocer la vida. El derecho positivo está en los libros, se buscan y se estudian y en paz . Pero lo que la vida reclama no está escrito en ninguna parte; quien tenga previsión, serenidad, amplitud de miras y sentimientos para advertirlo será abogado; quien no tenga inspiración ni más guía que las leyes será un desventurado "ganapán"por eso digo que la justicia no es frutode un estudio, sino de una sensación de justicia . Hay en el ejercicio de la profesión de abogado un instante decisivo para la conciencia y es el de la consulta. El abogado que después de escuchar al consultante se limite a preguntarse "¿qué dice la ley?", corre el riesgo de equivocarse. Las preguntas han de ser estas otras: "¿Quién es esta persona?, ¿qué se propone íntimamente?, ¿qué haría yo ensu lugar?, ¿a quién dañaría con sus propósitos?"; en una palabra: "¿Dónde está lo justo?"; resuelto esto, el apoyo legal es cosa secundaria.
Pongamos por ejemplo: viene a nosotros una persona que fue citado por la tributación por asunto de pago de rentas y desea demostrar que es pobre ya que no tiene rentas, carrera ni oficio, vive en casa de otro y carece de esposa e hijos; está en fin, dentro delas condiciones para gozar del beneficio de litigar como pobre y además posiblemente para no pagar al fisco lo que reclama. Pero no obstante, conforme le miramos y escuchamos advertimos que su vestir es decoroso y su reloj de marca y precio, que veranea en hoteles de lujo y que asiste a casinos teatros y cines, que viaja fuera del país, que tiene amantes y renta autos y no nos da explicación dela antinomia entre esta buena vida y aquella carencia de bienes. Podemos preguntarle o no, pero si para aceptar defenderle en su condición de pobre buscamos lo que dice la ley, habremos de darle la razón ¡pero nos convertiremos en cómplices en una infamia! ¿Qué hipocresía es ésta de buscar en la ley soluciones contrarias a las que traza nuestro convencimiento? pues este ejemplo es aplicable y...
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