Derecho
Por: Adeola
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TRANSFIGURACIÓN AL PÁJARO
I
Amanecemos en otros ojos
en el brillo ajeno
de las parábolas inconclusas
vertidas en la imagen de la aurora
El alba se asoma y somos pájaros
Lasfragancias musicales
se esparcen entre las calles
de nuestra propia memoria
cuando aleteamos
II
Las hojas son rumores de besos derramados
rostros fríos de ausencias que duelen
Volamos
caemos en un halo ciego
y preguntamos
¿Dónde se reúnen nuestras voces
en qué lugar están nuestros dedos?
Figurando el vuelo de las ilusionesal ritmo del latido de nuestras alas
se escucha un tintineo entre las nubes
III
El canto de la lluvia
se ha convertido en río
y nos hemos caído en el vórtice de la urbe
¿Por qué la ciudad devora nuestras huellas
nuestro polvo?
En el primer menguante de la noche
un ruido aerobio
corrompe la sangre del puebloIV
Qué tristeza
este frío
es el canto convertido en cenizas
Cuerpos de pluma antigua
se trasforman en piedras
hundiéndose en las larvas sin raza
V
¿Quién se escapó de la penumbra?
Este amanecer se volvió ciego
cuando las luciérnagas desnudaron el mundo
Éramos huérfanos de otra mirada
cuando nos invadió lailusión de ser pájaros
Sólo las hojas reflejaron la infancia
VI
Nace todo el espanto
desde ese azul petrificado
que sólo habla de ruinas
por los labios de pétalos del agua
Sucumbe nuestro vuelo
y caemos en pedazos de luz
VII
Nada está en el país del aire
ni el color
ni lafragancia de las flores
Hoy son gotas de silencio
aquellos seres pálidos
merodeando la gastada oración de las nubes
Ya no hay aves agoreras en el cielo
han perdido sus alas
VIII
Negro
el cielo nos mancha
El dolor de su voz es lastre
en el plumaje transgredido
por la decadencia del siglo
Todo aquel que se rebelase va al vacío de la noche
cuando intenta regresar a la apariencia del tiempo
IX
El quebranto de otra ventisca
colma de feroces lágrimas
los parajes de nuestra lengua
mientras el aullido de dioses apócrifos
desemboca como un huracán
en el bosque de ceibas milenarias
X
La lluvia es elespasmo
desde un sediento vuelo
Exiliado en las calles
el suelo gotea verbos
Rastreamos en la raíz de la Jacaranda
el canto marchito del Quetzal
y en la zozobra del vuelo adormecido
todas las preguntas hieren
XI
Amurallado está nuestro pico
no nos queda ningún arrullo matutino en la garganta
Ha llovido tanto
en la voluntaddel cuerpo oscuro
que el ruido de las hojas se ha ahogado en su lengua
Volvemos al aire
dejando el recuerdo de palabras
que detuvieron el sueño en nuestras alas
XII
Incineramos los cuerpos rocallosos
entre las imágenes de nuestro ciego pasado
La voz desollada del lecho terrestre
recubre el vuelo incendiario de la poesíaXIII
La calle fue el recinto
donde vinieron a caer esos pájaros
en la tarde enigmática de aquella muerte
viva sepultura de nuestras horas
XIV
Se despedazan las flores de girasol
y los espantos se articulan con los pétalos rotos
Mientras levanta caminos polvorientos...
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