Derecho

La Homoparentalidad

Sofía Álvarez García
Javier Gonzalo Barra Barra
Sandra Ramos Pérez
María Ruiz Herrera
Ramón Sánchez Sánchez
Universidad Pablo de Olavide, Sevilla
Enero 2014

INTRODUCCIÓN:
Aún hoy, la mayor parte de los gobiernos del mundo sigue prohibiendo la existencia de las llamadas
“familias homoparentales”, fundamentalmente como respuesta a las tradiciones religiosas homofóbicas,
aúnencubiertas éstas bajo argumentos de notorio calado pseudocientífico. Estas familias son aquellas
encabezadas por parejas del mismo sexo y, al menos, un hijo o una hija a su cargo. Tal vez, en un mundo
mejor, a nadie le hubiera resultado necesario acuñar esta denominación (o su complementaria, la
“heteroparentalidad”), como a nadie se le ocurriría etiquetar a las familias de padres o madres, porejemplo, pelirrojos para luego negarles determinados derechos.
Los primeros años del siglo XXI han presenciado un hecho hasta entonces inédito en la historia: el
reconocimiento, al menos ya en una quincena de países, a la hora de contraer matrimonio por parte de dos
cónyuges del mismo sexo. Y “matrimonio” cada vez más sin ambages, con los mismos derechos y
obligaciones que las familiasheterosexuales. E incluyendo el que más controversias ha generado: la
adopción de niños y niñas.
La negación del matrimonio igualitario también implica la negación de las pensiones de viudedad, de los
derechos de herencia, de exención de impuestos... en los peores casos, hasta la posibilidad de visitar a la
pareja moribunda en el hospital. Y lo peor es todo ello no es más que la punta del iceberg de lapersecución
y del maltrato a los homosexuales en el mundo, considerados inferiores o también pecadores, en un
abanico que va desde la tolerancia hipócrita (como toda “tolerancia”) al ahorcamiento público de
intenciones disuasorias, pasando por el bullyng escolar, las “violaciones correctoras”, la clandestinidad
amorosa, la losa de los estereotipos, la invisibilidad social, etc.

FUNDAMENTACIÓN CIENTÍFICAY RELIGIOSA DE LA HOMOFOBIA
Quienes se posicionan en contra de la formación de las familias homosexuales se intentan apoyar en la
ciencia, esperando que ésta respalde sus teorías. Cuando no encuentran lo que buscaban se inclinan hacia
lo ético, lo moral o lo religioso.
La “doctrina del shock” (Whitecross y Winterbottom, 2009) de la que habla Naomi Klein en su documental se
basa, para sudenominación, en una asociación metafórica de la “terapia del shock” que había desarrollado
el doctor Donald Ewen Cameron durante los años cincuenta y sesenta en el seno de la operación MK
ULTRA. Si éste se centró en sujetos individuales, la observada por Klein se refiere a una traslación de la
terapia hacia masas humanas, hacia sociedades y países enteros.
El objetivo de Cameron, financiado por la CIA,era el de hallar métodos para controlar la mente, y tenía
como medio la provocación de “shocks” en los sujetos (inducidos por drogas o descargas eléctricas, por
ejemplo). Estos “shocks” tenían como objetivo la generación de estados de crisis en los afectados, de
modo que éstos pudieran casar con el cambio de actitud deseado ante una determinada cuestión.
En cierto modo, la terapia del shock guardaparalelismos evidentes con las crueles terapias de la aversión
que desde concepciones homófobas se han llegado a aplicar, no sin crueldad, para “curar” supuestamente
la homosexualidad (vista, por lo demás, como una enfermedad que hay que curar en el individuo, igual que
las sociedades enteras que la doctrina del shock pretende reorientar).
Si pensamos que las terapias de la aversión porelectroshock son cosa del pasado o de otros lugares
alejados, nos equivocamos de pleno. El doctor Aquilino Polaino, uno de los “expertos” a los que convocó el
PP en 2005 en las célebres sesiones del Senado en las que se debatió sobre la adopción homosexual, ha
sido acusado de haberlas practicado. Para este miembro del Opus Dei, la homosexualidad, en efecto, se
trata de una psicopatología de graves...