derechos humanos
Sin perjuicio de la pretendida unidad alrededor del concepto de derechos humanos, no puede negarse que la globalización ha puesto en el tapate la crisis de la cultura. Lossistemas políticos, las ideas económicas, las propuestas sociales son tan dispares que evidencian la ausencia de consensos de la sociedad actual que permitan un “saber universal” o que justifiquen,cuando menos, una práctica permanente que asegure la consecución del bien común. La trascendencia de las ideas, su permanente innovación, los avances de la ciencia, los descubrimientos de la tecnologíasólo nos aseguran el cambio constante. Las prácticas políticas no han podido disminuir los cada vez mayores niveles de desigualdad y exclusión: la pobreza, el desempleo, el subempleo, la mala calidad delos servicios de salud y educación son una realidad tan tangible como innegable. Pareciera que la exposición de catálogos de derechos fundamentales o de libertades públicas o de derechos morales o,como comúnmente se les denomina de “derechos humanos” sólo son un buen argumento semántico antes que realidad palpable. El desprecio por la vida, el poco respeto de los derechos del otro no hacen másque reducir cualquier forma de crisis a una crisis moral que nos exige plantear el tema de los derechos humanos desde una perspectiva ética. Lo cierto es que cada ser humano se encuentra en capacidadde hacer valoraciones de aprobación o censura, sea de sus propios actos o de los demás.
La capacidad de aprobación y de censura nos obliga al reconocimiento de una relación con un punto de referenciaque justifica dicha valoración. Así como el derecho tiene su espejo en la justicia, la moral tiene su referente en la bondad, corresponde a la ética la reflexión teórica sobre los fundamentos oprincipios en los que se inspiran las normas morales concretas.
El hecho mismo de reflexionar y de sujetar nuestra actuación –o de no sujetarla- a los imperativos de dicha reflexiones nos impone...
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