derechos humanos
Desde que Néstor Kirchner empezó a ejercer la presidencia de la Argentina comenzaron a resolverse muchos de los peores nudos de injusticia que nuestro pueblo heredó de laúltima y más sangrienta dictadura cívico-militar de nuestro país.
Confiamos en la Justicia a partir de la asunción de Nestor Kirchner y ahora con Cristina. No en el Poder Judicial, que todavía tienependiente una profunda democratización, sino en el sentido más profundo de la palabra Justicia. En que todos los días pueden
mejorar las cosas en un sentido más solidario, más equitativo, más justo.Si el objetivo principal de la última dictadura cívico-militar fue la instauración de un modelo económico neoliberal de exclusión, esa es la primer gran injusticia que Néstor empezó a revertir.
Laotra gran injusticia que ningún otro gobierno de la democracia pudo terminar es la que se relaciona con el método de terror que aplicó ese estado para lograr sus fines.
Muchos fueron los hitosobtenidos gracias a la tenacidad del Compañero Nestor Carlos Kirchner. Uno de ellos me tocó vivirlo en carne propia y el objetivo se logró el 21 de diciembre de 2010.
Me refiero al caso del asesinatode Lucila Adela Révora, y su compañero Carlos Fassano. Fue uno de los más cruentos entre los crímenes que terminaron de juzgarse el 21 de diciembre de 2010 en la llamada Causa ABO que se enmarca en laconocida como megacausa del Primer Cuerpo del Ejercito.
El 11 de octubre de 1978, el Primer Cuerpo de Ejército, el Departamento de Asuntos Subversivos de la Federal y personal del Batallón deInteligencia 601 atacaron la casa de Belén 335 donde vivían mi madre con su compañero.
Lucila tenía un embarazo a término y se encontraba conmigo, que soy hijo de ella y de Enrique Eduardo de Pedro(Quique). Tenía un año y once meses y me pusieron en la bañera para resguardarme de las ráfagas de ametralladora. Mi mamá y Carlos Fassano fueron asesinados en el presunto enfrentamiento, que fue...
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