dereco de vida y el aborto
El aborto es la interrupción del proceso de gestación de la vida en el seno de una mujer. Es decirle “no” al “nacimiento” de una vida. ¿Tiene derecho la mujer a interrumpir deliberadamente su embarazo e impedir que la naturaleza llegue a su término?.
Es común plantear el problema de la libertad diciendo que “la libertad de uno termina donde comienza la de losdemás”. Dicho de otra manera, “los derechos de un hombre terminan donde comienzan los derechos del otro”.
Si este concepto se enraíza en el Amor y en las leyes que de Él derivan parece ser una definición adecuada y el marco más correcto para encarar el tratamiento del derecho a abortar.
En la cuestión del aborto se enfrentan dos derechos reales o presuntos: el de la mujer, a hacer lo que quiera con eseser que está en sus entrañas, y el del hijo, el derecho a nacer. ¿Es el hijo una “cosa” que pertenece a la madre y de la que puede disponer libremente, o es un ser que tiene identidad propia y el útero es solo una morada transitoria donde se alimenta y desarrolla?.
La vida se inicia en el momento de la fecundación. En el preciso instante en que el gameto masculino y el femenino se encuentrancomienza una nueva vida. Desde ahí en adelante todo está computado. La única exigencia de esa vida -en estado embrionario o fetal- es encontrar un ambiente apropiado donde pueda alimentarse y desarrollarse. Desde el momento de la concepción es un ser humano con todos los derechos esenciales a su naturaleza.
La dignidad de un hombre no depende de ninguna variable, ya fuera el grado de evolución, de sumagnitud, edad, sexo, salud, raza, color, nacionalidad, religión o condición socio-económica. Los derechos naturales no surgen de esas contingencias sino de su condición humana. Mientras ese ser que vive en las entrañas de su madre tenga vida y el medio en que se desarrolla sea apto para continuar el ciclo de la gestación, interrumpir deliberadamente ese proceso es segar una vida humana.
Hayquienes -con razón o sin ella-, invocando el derecho a la vida, se oponen a que se aplique la pena de muerte a un asesino culpable, pero defienden y promueven una legislación abortiva que convierte al útero en un patíbulo donde se ejecuta a un inocente. Ninguna ley, así fuera aprobada por una mayoría, puede negar el derecho a la vida de un inocente.
Ese embrión o feto humano no puede ser consideradocomo un tumor, un quiste o una muela enferma del que uno puede desembarazarse sin ningún escrúpulo.
En un aborto se mata a un ser indefenso y, en ese sentido, es mucho mas grave que matar a un hombre en una pelea en la que ambos contendientes pueden defenderse. Abortar deliberadamente equivale a tirar por la borda en un naufragio a los niños para que se salven los adultos. En el aborto se aplicala ley del más fuerte. Es la prepotencia ejercida por los fuertes en perjuicio de los débiles.
En ciertas actitudes humanas hay un contrasentido: por un lado se procura eliminar la mortalidad infantil y por otro se proyecta legalizar el asesinato uterino. Se trata de evitar que un niño muera después de nacer pero se permite matarlo antes de haber nacido. Una ley favorable al aborto implicaría elabsurdo de que un niño dos segundos después de nacer posee derechos inviolables y su vida es sagrada, y dos segundos antes carece de esos derechos y su vida puede ser impunemente sacrificada.
Si durante un aborto se pudiera penetrar en el interior del recinto donde se gesta la vida, y ver, sentir, palpar, el drama que ahí se desarrolla, creemos que nadie lo aceptaría. Si fuéramos espectadoressentados en una butaca en el anfiteatro del útero, y presenciáramos -como en un rápido filme- el desarrollo de la vida a partir de la célula inicial, y repentinamente contempláramos, sorprendidos, cómo en un instante se interrumpe torpemente esa maravillosa evolución, un rictus de indignación y de tristeza aparecería en nuestro rostro. Ese momento permanecería inalterable en nuestra memoria...
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