dereco

 El profesional del derecho se debe a sí mismo y a su misión de auxiliar de la justicia otorgada por la ley, una conducta íntegra y ceñida a los parámetros de lo moral, de la equidad,desprendimiento de sus propios intereses con tal de favorecer plenamente aquellos del cliente que son siempre el motivo de su labor.

Mi tarea como Abogado, implica ponerme en el lugar del otro, de unvecino, de un amigo o simplemente de una persona que se encuentre desamparada y necesita del esfuerzo solidario de alguien que circunstancialmente, está en mejores condiciones intelectuales,materiales o espirituales de brindar esa ayuda.
Desde el mismo momento en que abrase esta profesión, no dejare de ser abogado nunca, ya que, la misma, va mucho más allá de un título o de un procesoarreglado a derecho, es un sentimiento mismo de justicia en donde éste se considere vulnerado.
Como Abogado debo asesorar con veracidad, ya que, soy el primer juez del asunto llevado a consideración y enconsecuencia, el primer obligado a decirle a quién requiere mis servicios, cuáles son las reales posibilidades que le asisten en la sentencia final que se dicte.
La confianza es otro aspectoinsoslayable en mi tarea de defensor, en razón de que mis obligaciones para la comunidad son muchas y las mismas se corporizan ante el cliente individual, con relación al cual debo actuar con honestidad ytransparencia, para responder a la confianza que en mi se deposita.
Debo conocer los límites de mi actuación, desdeñando la falsa creencia de que, porque la abogacía es una profesión «liberal», todo meestá permitido, sin sujeción alguna a normas que limitan su actuación. Acatando el principio constitucional que establece, que ningún derecho es absoluto y que cualquiera de ellos está sujeto oencuadrado dentro de las normas que reglamentan su ejercicio.
Con el colega, voy actuar con fraternidad y lealtad, con ayuda y respeto recíproco.
Debo ser leal y veraz, no aconsejar ningún acto...