Derribando Barreras
Por: Luis Umaña Delgado
No podemos hablar de desarrollo social sin hablar de inclusión a las personas con cualquier tipo de discapacidad. Es un gran reto que todas lasinstituciones que abarcan materia educativa deben asumir. En el artículo 5° apartado C, de la Política Nacional en Discapacidad (PONADIS) se reza: “... Se considera la educación, el medio por el cual, lapoblación con discapacidad puede desarrollar y ampliar sus habilidades y destrezas, acceder a su desarrollo inclusivo y exigir el cumplimiento de sus derechos.”
Sin duda alguna, se deben romperparadigmas en todos los sectores de la sociedad, desde las mentalidades de personas que consideran que la persona con discapacidad no posee derechos, hasta la arquitectura que permita el acceso a cualquierinfraestructura; desde el uso de tecnologías que faciliten las oportunidades de estudio, hasta programas que impulsen el emprendedurismo de esta parte de nuestra población.
La tarea no es fácil ylos prejucios, las inadecuadas terminologías para designar los diferentes tipos de discapacidad, la desactualización de los encargados de programas educativos sobre esta materia, entre otros; son elreflejo de el proceso de desconocimiento que atravesamos. La inclusión empieza con el amor. Amor hacia las diferencias, hacia las capacidades especiales, hacia la igualdad.
Espacios como las aulas ylos museos interactivos son propicios para desarrollar diversidad de talleres y actividades que desarrollen habilidades y empoderen las ya adquiridas; mediante la provisión de servicios de apoyo yayudas técnicas para las personas con discapacidad.
Para finalizar, cualquier planeamiento educativo, habiendo revisado con anterioridad el perfil del destinatario puede aplicarse sin ningún problema.Además, tal como lo dice la PONADIS en el mismo inciso c se debe “… promover la participación de padres, madres y personas encargadas de las niñas, los niños y los adolescentes” pues al ser su vínculo...
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