Desamor
Bueno, es interesante darme cuenta cuántaintimidad podemos compartir con una persona y asimismo no conocer en lo más mínimo con quién estamos conviviendo. A pesar de que el universo encontró nuestros caminos desde hace seis meses y de que en algunas ocasiones nos hemos visto y hemos conversado, el viernes me percaté que siempre hay facetas en las personas que van a extrañarnos.
La verdad, las veces que nos vimos fueron divertidas,apasionadas e interesantes. Y ambos sabemos que nos atraemos, sino pues no hubiéramos repetido el vernos. Honestamente, dadas las circunstancias de mi vida, esa manera de interactuar era adecuada, quizá no encajaba completamente con mis convicciones ni forma de pensar, sin embargo, era un trato directo y honesto que teníamos y que según yo, ambos teníamos claro. Funcionó mientras permitimos que durara,no obstante, repentinamente y del modo más inesperado posible, tomas la iniciativa de cambiar la seriedad de nuestros encuentros. Mira, no sé si valga la pena redactarte cómo sucedieron las cosas, pues tengo dos teorías y ni siquiera sé si alguna sea acertada. El sábado tres de abril o estabas demasiado ebrio y no te acuerdas de lo qué hiciste o, por impulso humano (¡muy válido!) te involucrasteen una situación que no querías y luego no supiste cómo salir de ella.
En resumen, el sábado me buscaste insistentemente porque querías verme y aceptaste salir conmigo. Sé perfectamente que habías estado bebiendo y por ende, cuando me dijiste en el coche de mi prima “¿Quieres ser mi novia?” “Tú decides, porque tú siempre dices que soy un niño” “No, en serio, quieres ser mi novia, ¿sí o no?”; tecuestioné si es que estabas demasiado embriagado como para proponer ello de repente. Sinceramente, no estaba convencida al darte el “sí”, pues con los años uno empieza a adquirir cierta madurez y experiencia (y sí, tres años no es tanto, pero sí suficiente) y no me fié de lo que acababas de preguntar. No obstante, ya en El English, volvimos a tocar el tema y textualmente me respondiste a mi preguntasobre tus intenciones, lo siguiente “Pues me decidí a ser feliz, estoy muy contento contigo y quizá después tú necesites a un señor con su copa de Cognac y con su puro, y quizá yo necesite a una niña que llegue y me diga <<no manches wey, vámonos de antro>>, pero mientras podemos ver qué pasa…y lo que más me gusta de ti, es que tienes cerebro” y hasta comentaste que “Pantunfleca”debía irse del depa. Yo seguía dubitativa y sin la certeza de qué éramos. La verdad, me la pasé muy a gusto y tú estabas broma y broma con el esposo de mi prima y con mi prima y conmigo y una vez que estuvimos en mi depa, insististe “¿Entonces, sí vas a ser mi novia?” “Pues sí, ¿no?” “Pero, yo no quiero una novia para <<tener sexo>> (con otras palabras), ¡¿eh?! Quiero una novia que meapoye, ¿tú puedes hacerlo?” y acepté que fuéramos novios. Mira, a pesar de la diferencia de edades y aun sin haber sentimientos profundos, pensaba que podíamos darnos una oportunidad y ver qué sucedía. Aún así, el domingo cuando me desperté, me daban ganas de preguntarte si en serio éramos novios o en qué términos habíamos quedado, pero tú solito comentaste “Ya sé, el trato va a ser que Pantunfleca noentre a tu cuarto, ¿va?” y te comenté que me parecía una buena negociación. Además, cuando te llevé a la uni, te despediste de beso en la boca, situación que generalmente no hacíamos y comentaste al final “Al ratito que llegue, te marco, ¿va? Y nos ponemos de acuerdo para ver cuando nos vemos”.
Como te diste cuenta durante la semana, pues yo sí tomé en serio tu propuesta y mi manera de actuar...
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