desarrollo sostenible
COLOMBIA?
Manuel Rodríguez Becerra
Publicado en: Rodríguez Becerra, Manuel (Ed). La política ambiental del fin de siglo: Una
agenda para Colombia. Bogotá. CEREC. 1994. pp. 15-43
El desarrollo sostenible es un término que ha sido objeto de tan intenso manoseo, uso y
abuso, que su relevancia como concepción orientadora de nuestras sociedadesbien
puede llegar a desaparecer. Igual se utiliza para justificar obras perjudiciales para los
recursos naturales, como para argüir en favor de las más genuinas campañas en pro
de su preservación. Es tema central de proyectos y de reuniones de los más variados
talantes: desde aquellos que parecen más dirigidos a propiciar el turismo ilustrado o a
justificar la existencia de alguna oscuraburocracia nacional o internacional, hasta
aquellos que tratan de profundizar en la naturaleza de esta concepción e intentan
aterrizaría en nuestras duras realidades.
Pero, quizá, el mayor peligro no radica en que su interpretación se haga tan vaga que lo
lleve a desaparecer como concepto. El peor riesgo está en que el desarrollo sostenible se
instale como una concepción que sirva paraenmascarar acciones perjudiciales para el
medio ambiente, o para construir un discurso retórico acerca de los "grandes avances" que
se registran a nivel local, nacional o planetario con el fin de curar las heridas sociales y
ambientales que nos afligen, cuando en realidad todo sigue igual.
Esta última no es una consideración tremendista. Porque resulta significativo ver cómo,
dos años después de laCumbre de la Tierra en Río de Janeiro, muchos gobiernos y
organizaciones internacionales publican extensos informes sobre desarrollo sostenible,
en los que intentan mostrar supuestos progresos en esta materia como indicadores del
grado de cumplimiento de los acuerdos firmados en esa conferencia. De una lectura
rápida se concluye fácilmente que casi todos los programas registrados obedecen a
unaargucia de etiquetado, es decir, a un cuidadoso proceso de rebautizar con el mote
de desarrollo sostenible programas y proyectos que se realizaban antes de la Cumbre.
Semejante comportamiento no es tan extraño, si consideramos el ínfimo avance de los
países desarrollados en el cumplimiento de los acuerdos firmados en la Cumbre, que
conduce necesariamente a que los países en desarrollo tampocolos cumplan. Y las
burocracias, en particular las de orden internacional, parecen verse en la necesidad de
demostrar lo contrario. Tarea en la cual encuentran con frecuencia eco en las
burocracias nacionales y en ciertos grupos ecologistas, que parecen más interesados
en conservar el término de desarrollo sostenible que la propia naturaleza.
Además, el abuso del término ha sido facilitado, yen muchas ocasiones propiciado, por
la ambigüedad misma del concepto. Ya que si bien no es mayor que la de muchos
otros conceptos de amplio uso internacional, tales como "patrimonio de la humanidad"
—como concluyó el Foro sobre Derecho Ambiental Internacional (Inglaterra, 1993)—,
ha abierto la posibilidad de utilizarlo para los más variados fines, incluso para la
insostenibilidad.
Pero alreconocer las difíciles y borrascosas aguas en las cuales está navegando el
desarrollo sostenible, hay quienes abogamos por la revalorización del concepto, pues
podría llegar a tener una incuestionable utilidad y relevancia en nuestra lucha para
garantizar la supervivencia del planeta y el derecho de todos los ciudadanos a disfrutar
de una vida digna y de su correlativo, un ambiente sano.HISTORIA Y ORIGEN DEL TÉRMINO
El desarrollo sostenible fue popularizado por el Informe de la Comisión Mundial sobre
Medio Ambiente y Desarrollo, más conocida como Comisión Brundtland (1987), que lo
definió así: "Es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin
comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias
necesidades1.
Según esta definición,...
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