desarrollo sustentable
La sustentabilidad en el sistema científico-tecnológico
José Antonio Hernanz M.1
Uno de los retos más significativos para el presente en que nos encontramos, dentro de la articulación entre ciencia, tecnología y sociedad, es el de plantear un futuro a mediano y largo plazo en que el que ocurra un desarrollo social efectivo, y que al mismo tiempo garantice la continuidad de los recursosfinitos con los que se pueda proseguir ese desarrollo. Esa es la prioridad del concepto “desarrollo sustentable”, tal como puede verse, por ejemplo, en el informe de la Comisión Brundtland, de otoño de 1987, presentado ante la Asamblea de las Organización de las Naciones Unidas2. El reto es complejo, pero para entenderlo y afrontarlo es preciso comprender el conjunto de problemas que lo componen;para ello, y a lo largo de tres artículos consecutivos, vamos a abordarlo con la esperanza de esclarecer algunos de los puntos más oscuros de ese entramado. Así, en este primer trabajo se procurará centrar el problema dentro de la dinámica de la propia modernidad y la consecuente ubicación del concepto de sustentabilidad en la discusión respecto de la concepción moderna de la ciencia. En elpróximo se estudiará la correlación biosfera-tecnosfera a partir del análisis del modo en cómo se ha entendido la relación hombre-naturaleza en el pensamiento occidental, y de qué manera se reinterpreta a partir de la consideración de la diversidad biológica y de la diversidad cultural. En el último, se planteará la dimensión ética de la sustentablidad y, por ende, el carácter ético de actividadtecnocientífica en el mundo contemporáneo, para desde allí discutir globalmente, en su complejidad, los matices del reto del desarrollo sustentable.
Modernidad, ciencia, progreso
Todas las sociedades, en cualquiera de sus momentos culturales, han tenido como una de sus principales prioridades garantizar su perpetuación a lo largo del tiempo. Para ello, se atesora todo un conjunto de prácticas ysaberes que se condensan en el universo simbólico de sus integrantes. Nuestro momento actual, el final de la modernidad, tampoco escapa a la preocupación por privilegiar esa prioridad, aunque desde hace unos cuantos años viene dándose un fuerte debate sobre la mejor manera de hacerlo; eso se debe a que los patrones de comprensión de la autoperpetuación se han puesto en entredicho, toda vez queparecen llevarnos a un escenario incompatible con la supervivencia si no se corrigen de inmediato. Cada vez son más contundentes las evidencias de que la acción humana está provocando un desequilibrio alarmante en la biosfera, poniendo en peligro la regeneración de los recursos naturales a nuestro alcance, al tiempo que los desequilibrios sociales provenientes del injusto reparto de la riqueza soncontinuamente una fuente de peligros para la construcción de un futuro viable de los seres humanos.
Largo es, en ese sentido, el debate sobre el papel que la ciencia y la tecnología han de tener para lograr la inversión de esas tendencias tan claras como alarmantes. Ese debate se centra, en primer lugar, en los límites que han de imponerse a la explotación de los recursos —hasta dónde esracionalmente aceptable el riesgo del crecimiento científico y tecnológico de nuestros días a costa del deterioro medioambiental—, y en segundo lugar, en el acceso real a las tecnologías: la transferencia tecnológica, las ayudas para la inversión en tecnologías limpias en los países pobres y la democratización de la ciencia y la tecnología, fundamentalmente. Dentro de ese debate, uno de los puntos másimportantes (y, paradójicamente, uno de los menos tratados) es el del contexto social, cultural e ideológico desde el cual se establecen los parámetros desde los que se efectúan los análisis de toda esta vasta y compleja red de fenómenos. No podemos olvidar que el modo en que se aborda el problema es el moderno, una modernidad tardía, pero modernidad al fin y al cabo. Para acercarnos a la red...
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