Desarrollo Sustentable
Para un gran número de personas, los ecosistemas naturales tan sólo representan atractivos paisajes accesibles por programas de televisión o revistas deentretenimiento. Pocos quizás estarán conscientes de que muchos de los bienes y servicios de los que gozan en sus casas o lugares de trabajo son consecuencia, en gran parte, de la existencia de muchas especiesde plantas, animales y microorganismos y de sus interacciones con el medio ambiente en los ecosistemas terrestres, de agua dulce y de las zonas marinas y costeras del planeta.
Entre los bienes queobtenemos directamente de la biodiversidad están los alimentos que consumimos (carnes, frutos, verduras y condimentos), la madera que empleamos para muebles, leña y papel, las fibras para telas, losprincipios activos de muchos medicamentos, las resinas empleadas en solventes, pinturas y barnices, así como las ceras, tintes y esencias que se emplean en distintas industrias, entre muchos otros. Sinembargo, sólo hasta hace unos cuantos años se ha empezado a hacer conciencia de que este tipo de bienes son tan sólo una fracción del universo de beneficios que obtenemos de la naturaleza. Losllamados “servicios ecosistémicos”, o simplemente, los “servicios ambientales”, son ese otro gran conjunto que apenas empezamos a reconocer. En realidad, estos últimos constituyen los beneficios indirectosde la biodiversidad, opuestos a los directos que se han mencionado anteriormente. Los servicios ambientales se refieren básicamente a un amplio espectro de condiciones y procesos por los cuales losecosistemas naturales y las especies que los integran ayudan a sostener y satisfacer las necesidades de la sociedad humana (Myers, 1996; Daily et al., 1997). Entre ellos están la purificación del aire yagua, la mitigación de las sequías e inundaciones, la generación y conservación de los suelos, la descomposición de los desechos, la polinización de los cultivos y de la vegetación natural, la...
Regístrate para leer el documento completo.