Desarrollo
Edward F. Coyle, Ph.D., FACSM
Profesor. Departamento de Kinesiología y Educación para la Salud
Universidad de Texas. Austin, TX. USA
Los atletas y las personas que no lo son, buscan recomendaciones nutricionales que sean simples, prácticas, realizables y que los ayuden a obtener sus objetivos físicos. Las personasque no son atletas, debido a que sus actividades diarias requieren un mínimo de esfuerzo físico, con frecuencia tratan de prevenir la ganancia de peso y la obesidad restringiendo la ingesta de calorías. Por otra parte, muchos atletas seleccionan una alimentación alta en energía y de composición variada con la esperanza de incrementar su rendimiento. Los libros y artículos populares incitan a lapreocupación por el peso para acelerar la pérdida de grasa, y por el contrario, a los atletas todo el tiempo se les recomienda “cargarse de carbohidratos”. Por lo tanto, no es de sorprenderse que la gente esté confundida en relación a los carbohidratos y la nutrición.
La verdad científica es que la cantidad y el tipo de carbohidratos deben variar directamente con la intensidad y el volumen delejercicio. Por ejemplo, la cantidad de carbohidratos refinados y de alto índice glicémico consumida a diario debe estar relacionada con el grado en que el individuo vacía el glucógeno muscular en el entrenamiento y la competencia. Para aplicar este concepto es útil enfocarse en el momento de la ingesta de carbohidratos y en el balance diario de energía. También es necesario apreciar la importancia delglucógeno muscular para ejercitarse intensamente y la utilidad de un entrenamiento periódico y muy intenso que simule el estrés de las competencias. Por lo tanto, las variaciones diarias, semanales o mensuales en la intensidad y la duración del entrenamiento deben acompañarse de adaptaciones apropiadas en la ingesta de carbohidratos.
Esta breve revisión intenta aclarar la confusión relacionadacon los carbohidratos en la alimentación desde una perspectiva lógica, y cuando sea posible, científica, haciendo énfasis en las necesidades de la gente activa.
La epidemia de obesidad
La epidemia mundial de obesidad parece ser el resultado del desequilibrio de energía que se produce por la realización de muy poca actividad física en relación con la ingesta de energía -alimentos-(Organización Mundial de la Salud, 1998). Se necesitan urgentemente mensajes y programas de salud pública que sean efectivos para incrementar el gasto de energía y que simultáneamente alienten a la reducción de la ingesta. Una o dos décadas atrás, las recomendaciones comunes se enfocaban simplemente en la reducción de la ingesta de todas las grasas de la alimentación, pero tales consejos no redujeron laepidemia de obesidad. Ahora, somos bombardeados con anuncios que refuerzan la noción de que si restringimos la ingesta de carbohidratos, obtendremos el método ideal para perder peso.
Ciertamente, el exceso de grasa en la alimentación contribuye a la ingesta de energía adicional (calorías) y a la obesidad, justificando así la recomendación general de que la mayoría de la gente debe reducir la grasatotal de su alimentación (Astrup y col., 2000). Aún se reconoce que las dietas bajas en grasas no son efectivas para reducir el peso corporal si no producen simultáneamente una disminución en la ingesta total de energía (Willet, 1998). Existe un acuerdo virtual en que la incidencia de obesidad se reduciría si la gente incrementara dramáticamente su actividad física para superar regularmente laingesta de energía.
Dietas bajas en carbohidratos para la pérdida de peso en personas obesas y sedentarias
Obviamente, la única forma a través de la cual la gente físicamente inactiva puede prevenir la obesidad es evitando consumir más energía de la que gastan durante un período de semanas o meses. Este objetivo de restringir la ingesta de energía debe ser uno de los fundamentos que están...
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