Desayuno sin diamantes una interpretación de breakfast at tiffany’s por blake edwards

Desayuno sin diamantes
Una interpretación de Breakfast at Tiffany’s por Blake Edwards
Por Olivia Botello

Para muchos las colinas tostadas de Hollywood son símbolo del sueño que amparan: el éxito. Un país mágico y autónomo que se nutre con los millones de dólares derrochados en taquilla por todo el mundo. Para otros tantos Hollywood es la bestia que causa náusea cuando aplica su icónicosello en algún filme. No es raro encontrar la expresión churro hollywoodense en alguna que otra opinión cinéfila, tampoco es raro encontrar que la mayoría de las adaptaciones literarias al cine terminan en manos de productoras que aplican este procedimiento rosa como estrategia que asegure el éxito taquillero.
¿Qué pierde un relato literario al transvasarse en una ordenación de imágenes queprovienen de palabras? ¿Por qué el ánimo de quienes adoraron una novela, un cuento, una obra de teatro, sale de las salas de cine hecho trizas, decepcionado con la reflexión de que el costo del boleto fuese mucho más caro emocionalmente que el costo del original de la obra? La polémica no se ausenta cada vez que se anuncia una próxima adaptación, los críticos afilan sus garras para señalar las mily un traiciones que los guionistas cinematográficos realizan a los textos originales.
El propósito de este breve ensayo es describir y analizar uno de estos transvases con la única pretensión de emitir una opinión sobre este controvertible tema tomando como ejemplo una de las obras más populares de Truman Capote Breakfast at Tifannys. La adaptación fílmica de esta obra literaria es un ítemfamoso de la cultura pop norteamericana que ha traspasado tiempo y espacio para instalar a su protagonista Holly Hepburn en el mundo del fashion. En un breve análisis develaremos que tanto de este glamur está en el espíritu de la novela corta original y qué tanta fidelidad guarda con la adaptación hecha por George Axelrod.
La sustancia de una novela no es su tema sino la caracterización de ésteen secuencias narrativas. Truman Capote vivió casado con la ambición primordial de elevar la literatura a su máximo esplendor expresivo-narrativo. Dirigida en 1961 por Blake Edwards, Breakfast at Tifannys encarna en Audrey Hepburn la narración de una joven de clase media neoyorkina cuyo mayor interés es la tienda de joyas Tifannys de la Quinta Avenida. Desde el momento en que baja del taxi y seplanta frente al aparador es imposible imaginar a otra actriz en su papel. Hepburn hace de Holly Golightly una mujer fuerte y quebradiza, una niñita que ha encontrado su camino en Manhattan pero que no ha resulto cómo no ser herida por el mundo a su alrededor. Pudo hacer del personaje capotiano un papel caprichoso y chocante, pero bajo el lente hollywoodense es una adorable hipster cuyo deseode casarse con un hombre rico no deja de disfrazar su apetito de ser amada y pertenecer.
Hepburn marcó un estereotipo no sólo en la ficción cinematográfica sino también en el mundo real. Glamourizo a la femme fatale, o más bien la hollywoodizo. Pero en el texto original a pesar del ambiente fashion que rodea a la protagonista, no hay tal estereotipo. Y esto es porque el trabajo de GeorgeAxelrod, escritor del guión, consistió en limpiar el texto para una audiencia mainstream a través de la alteración del argumento y configuración de los personajes. En otras palabras convirtió la compleja narratividad de una ambigüedad social en una convencional y heterosexual historia de amor.
Tomando como referencia la clasificación propuesta por José Luis Sánchez Noriega, Breakfast at Tifannyses una interpretación. El autor señala que cuando el filme se aparta notoriamente del relato literario, presenta transformaciones relevantes en la historia o en los personajes, un estilo diferente y al mismo tiempo es deudor suyo en aspectos esenciales, consideramos que hay una interpretación, apropiación, paráfrasis, traducción, lectura crítica, o como quiera que llamemos a este modo más...