Descartes

De algún modo es cierto que encontré el discurso de René Descartes bastante interesante, pero también es cierto que algunas de sus ideas no concuerdan con la percepción de la realidad que hedesarrollado a lo largo de mi vida, en especial hubo una que propició que las expectativas que me había formado en torno a su discurso se vinieran abajo y que por un momento pasara por mi cabeza la idea deabandonar su lectura. Descartes afirmó que de las distintas acciones y empresas de los hombres, no había encontrado casi ninguna que no le pareciera vana e inútil. No sé si la definición que Descartesaprendió de las palabras “vana” e “inútil” concuerde con la que yo conozco, pero de acuerdo a la interpretación que yo le doy a esa parte del texto concluyo que Descartes consideraba despreciables lamayoría de las actividades realizadas por sus contemporáneos, y aclara que si de las ocupaciones que embargan a los hombres, hay alguna que sea sólidamente buena e importante, es la que él habíaelegido.

Si esto entra en conflicto con los razonamientos a los que yo llegué, es por que sencillamente creo que no hay ninguna ocupación despreciable, siempre y cuando no turbe la paz ni viole losderechos de los demás, ya que según mi opinión, todas las cosas ayudan a bien, incluso las que podrían parecer poco provechosas pueden resultar de capital importancia para el desarrollo de la comunidadcomo un todo. Y tomando esto en cuenta cabe reflexionar, ¿Qué sería del hombre letrado sin el humilde campesino?
Y pensando utópica y sarcásticamente, en un mundo lleno de hombres conocedores de las máscomplejas ciencias y artes, ¿Cuál sería el menú? ¿Sopa de literatura, asado de existencialismo aderezado con salsa de metafísica y como postre premisas en almíbar?

Aunque parezca lo contrario, noes mi intención desmerecer, criticar y mucho menos burlarme del discurso de Descartes, pero me resulta imposible redactar un ensayo sobre él sin tomar en cuenta los puntos anteriores, ya que...