descripcion
Fue como si una luz brillase en aquella pizzería que siempre me traía buenos recuerdos, buenas historias. Yo quería creer desesperadamente lo que decía el chico, el Zahir ahoralatía en todo a mi alrededor.
–¿Sabes dónde está? –
Sí.
Pero debo respetar su silencio, aunque el también me haga mucha falta. Toda esta situación también es confusa para mí: el ahora está satisfechopor haber encontrado el amor que hoy devora. Pero pienso que, en tu caso, tienes que aprender el camino que te lleve a encontrar no sólo su cuerpo, sino también su alma. Yo quería reír, queríaabrazarlo o quería matarlo; las emociones cambiaban con una rapidez impresionante.
–Tú y el... –
¿Nos acostamos?
No te interesa.
Pero encontré en el, la compañia que estaba buscando, la persona que meayudó a empezar la misión que me fue confiada, el ángel que me abrió las puertas, los caminos, las veredas que nos permitirán –si la Señora quiere– traer de nuevo la energía del amor a la Tierra.Compartimos la misma misión.
–Sí. Voy contigo. ¿Prefieres ir solo? –Lo prefiero. –Aun así, he decidido que voy; todavía no ha nacido el hombre que controle mis pasos. –¿Sabes por qué los raíles de...
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