Desde un planeta lejano
Cuando la cápsula salió de la nave nodriza, los ocho comandos kuarek tenían delante un planeta que habían visitado antes pero nunca habían intentado aterrizar y mucho menos entrar en contacto con los alienígenas.
La nave nodriza se veía imponente con sus957 mesurks de eslora y sus 455 dors de manga. La luz megatónica que alimentaba sus reactores tenía un brillo que a pesar de la distancia que se hacía cada vez más grande, mantenía su brillo contrastante con el negro vacio del espacio.
A bordo, el sistema de navegación ya estaba programado. El destino en pantalla, la zona de aterrizaje predeterminada y los kuarek sólo debían esperar trescientosochenta dazors antes de colocarse los trajes que mantuvieran no sólo su temperatura sino la provisión exacta de hidrógeno para sostener la vida en las condiciones tan agrestes de aquel planeta un tanto gris y caliente.
El comandante kuarek había cumplido 6 misiones de reconocimiento previas y su record de burla a los sistemas de detección de los alienígenas era casi perfecto. Fue en la misión deltiempo de Cardón en la conjunción de luna de Harum y la estrella Tazm, cuando su nave fue detectada en el momento que procedían a recolectar muestras de litio en el Desierto Blanco de las Altas Montañas cerca del Pico Mayor de la Cordillera. Los alienígenas de pieles multicolores estaban como preparados para el contacto pues todos miraban hacia arriba y portaban reflectores circulares comoespejos que apuntaban en dirección de la nave pero sin disparar nada simplemente apuntando repetidamente como queriendo captar su imágen. Evidentemente fueron descubiertos pero acelerando a velocidad 5D y usando propulsión de emergencia pudieron superar la línea de fuego que cubría el planeta.
El comandante había podido recorrer la gran masa azul salpicada de territorio elevado donde antes sedistinguía un tono verde que ya había casi desaparecido. A cambio, la zona oxigenada se había teñido de un gris profundo y resultado de ello la actividad biótica de seres minúsculos era mínima. Constantes explosiones, detectadas por su sistema de rastrillaje remoto de actividad nuclear y de fusión electrónica, habían contribuido a ese deterioro de la costra planetaria que en la misión 1 y la misión 2 eranotoria.
El más joven de los tripulantes, de escasos 210 merks, no podía contener la emoción y el miedo de su primera misión a la Esfera Mar. Había sido retroalimentado durante el sueño de medio merk con toda la información necesaria para la misión. Sabía del poder destructor de las armas de los alienígenas y de su desprecio por todo aquello que les era diferente, por eso se habían separado entrelos extremos y habían construido murallas entre zonas de los que eran de un color y los de otro y hasta habían llevado adelante campañas de exterminio total usando al principio armas rústicas y luego grandes cohetes que disparados a grandes distancias impactaban áreas densamente ocupadas y creaban un desbalance planetario del eje de la Esfera Mar y de la zona oxigenada que les permitía sobrevivir alos rayos gama, alfa y beta que se hacían cada vez más intensos en su estrella mayor.
Allí estaba con su piel teñida de frio molibdeno exudado por su reacción celular ante tan peligrosa misión.
Ya sólo faltaban 20 dazors antes del descenso y era hora de vestir el pesado traje de aleación de moem y mercurio, desarrollado apenas hace 112 merks para la misión de caza y eliminación en elexoplaneta de la Esfera de Anillos.
3 dazors ,2 dazors, 1 dazor. Aterrizaje perfecto. Oscuridad total. Silencio en el ambiente hasta que la escotilla se abrió liberando presión interior y entrando en contacto con la zona oxigenada y recibiendo el impacto de gases fosfofluorados del aire que empañaban sus cascos.
Cada uno llevaba un arma ligera de luz termoactivada capaz de despedazar casi todo...
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