desempleo
La experiencia, reflejada en estadisticas, ha dejado en evidencia que el movimiento luddista que tiene origen en los albores de larevolución industrial, estaban equívocados. Los números támbien han sabido refutar lo que afirmaron grupos posteriores que mantenían la misma tesís. Pero esto no es suficiente, los nuevos grupos que han enarbolado esta consigna afirman que ahora ocurrirá de verdad y porque las circunstancias son diferentes.
En primer lugar, aplicando su logica, podriamos organizar un movimiento cuyo objetivosea "eliminar a las viles maquinas que le han quitado el empleo a cientos de miles de trabajadores que podrían estar cargando a sus espaldas los bienes que ahora trasladan las locomotoras y sus malditos vagones capitalistas."
No creo que nadie este a favor de adoptar una postura asi, sin embargo sin darse cuenta, muchos lo hacen.
Esto no es asi, y ha sido demostrado de manera muy clara por el graneconomista estadounidense, Henry Hazlitt, en su libro Economía en una lección, a continuación un extracto de este libro donde Hazlitt demuestra porque la postura aludida anteriormente es una simple y llana falacia:
Supongamos que un fabricante de telas tiene conocimiento de la existencia de una máquina capaz de confeccionar abrigos de caballero y señora, empleando tan sólo la mitad de lamano de obra que anteriormente se precisaba. Instala la maquinaria y despide a la mitad del personal.
Parece a primera vista que ha habido una evidente disminución de ocupación. Ahora bien, la propia máquina requirió mano de obra para ser fabricada; así, pues, como primera compensación aparece un trabajo que de otra forma no hubiese existido. El fabricante, sin embargo, sólo decide adoptar lamaquinaria, si con ella consigue hacer mejores trajes por la mitad de traba]o, o el mismo tipo de traje a un costo menor. Suponiendo lo segundo, no es posible admitir que el trabajo invertido en la construcción de la maquinaria fuese tan considerable, en cuanto a volumen de salarios, como el que espera economizar a la larga el fabricante de telas al adoptar la maquinaria; de lo contrario no habríaeconomía y la maquinaria no sería adquirida.
Vemos, por consiguiente, que todavía existe aparentemente una pérdida global de empleo, atribuible a la maquinaria. Sin embargo, debemos siempre tener presente la posibilidad real y efectiva de que el resultado final de la introducción de la maquinaria representa, a la larga, un aumento global de empleo, porque al adoptar la maquinaria, es tan sóloa largo plazo cuando el fabricante de telas espera, ordinariamente, ahorrar dinero, y puede se precisen varios años para que la maquinaria «se pague a sí misma».
Cuando el coste de la máquina ha quedado compensado por las economías que facilita, el fabricante de telas ve aumentar su beneficio (supondremos que se limita a vender sus abrigos al mismo precio que sus competidores, sin esforzarsepor abaratarlos). En este punto puede parecer que se ha producido una pérdida ne ta de empleo, siendo el fabricante, el capitalista, el único beneficiario. Ahora bien, en estos beneficios extras radica precisamente el origen de subsiguientes ganancias sociales.
El fabricante ha de emplear su beneficio extraordinario en una de estas tres formas y posiblemente empleará parte de aquél en lastres: 1) ampliación de sus instalaciones, con adquisición de nuevas
máquinas para hacer un mayor número de abrigos; 2) inversión en cualquier otra industria, y 3) incremento de su propio consumo. Cualquiera de estas tres posibilidades ha de producir demanda de trabajo.
En otras palabras, como resultado de sus economías, el fabricante obtiene un beneficio que no tenía antes. Cada dólar...
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