Deseo de amor

Un deseo de amor gay

Tu aliento huele a miel fresca. Acércate más. Te juro que soñé con este momento. Así, tú. El tibio calor de tu cuerpo blanco. Junto a mí, eldeseo azul de tu sombra esbelta y fuerte.

Esto era lo que había de excepcional en él: a pesar de su vida disoluta, de su larga experiencia del deseo y de lahabitual correspondencia con que en él se mostraban la actitud y la edad, había insólitos momentos, ciertamente muy raros, en que daba la impresión de una carne casiintacta. La belleza de sus veinticuatro años, que tanto en el placer fuera probada, recordaba de pronto paradójica, la de un adolescente que con cierta torpeza por vezprimera su intocado cuerpo abandona al amor.

Como hermosos cuerpos que murieron jóvenes y fueron sepultados, con lágrimas, en rico mausoleo, coronados de rosas y conjazmines en los pies, así son los deseos que pasaron sin realización; sin que ninguno sobreviviera una noche de sensual deleite o una mañana de plenilunio.

Nopermitas que me hunda en este precipicio que me lleva sin piedad hacia la nada deja por lo menos que mis ojos contemplen la luz de tu blancura deja por lo menos que mismanos toquen la suave piel de tu viril cuerpo.

Siento que mi alma despierta sobrecargada, atormentada por el carnal deseo de tu arrogante masculino cuerpo. Dejaque mi alma se libere un poco. Dame algo de ti.

Eres un dios o una demoníaca visión que me tienta hasta los huesos. No puedo dejar de contemplar tu cuerpo hasta laeternidad.

Castígame con el castigo de tu cuerpo sométeme con la fuerza de tu carne esclavízame con tu viril espada Para eso me has hecho tu solitario prisionero.