deseo de ser punk

En un cuaderno dirigido al chico del que acaba de enamorarse, la adolescente Martina cuenta lo que le ha sucedido desde que unos días atrás, asistiera al entierro del padre de su amiga Vera, unhombre cuya personalidad sensible y altruista la había fascinado poco antes, y trata de describir el cambio en su forma de sentir el mundo que ese hecho ha producido. 
Echando mano constantemente aletras de las canciones rock que suele escuchar y a las noticias del mundo (como la reciente muerte de un joven en Grecia por disparos de la policía en una manifestación antisistema), Martina explica susensación de que las personas tienen que tener otra actitud ante el mundo en que viven. Achaca a ese nuevo estado de ánimo el suspenso que acaba de cosechar en el instituto, el cual ha provocado elenrarecimiento de la relación con sus padres. 
El despido de su padre y el abatimiento que ello produce en el hombre viene a agudizar su estado de ebullición mental. La misma consecuencia tienen lasvisitas que hace en compañía de su amiga Vera al piso que fuera del fallecido padre de ésta y el encuentro con una interesante y amable joven que fue amiga del hombre. 
Inspirada por el recuerdo de loque le han contado de la revolución de los claveles de Portugal (que fue iniciada por un tema musical programado en la radio) y por una película que ha visto sobre una banda musical de principantes quesecuestra una emisora para que programen sus canciones, decide que debe convertirse en una especie de comando unipersonal y realizar una acción reivindicativa, aunque sólo sea simbólica.
Mientras laincriminación de su hermano en un caso de posible homicidio imprudente en carretera agrava el panorama de su vida cotidiana, la joven Martina prepara su acción. Consigue que unos amigos de una tiendade vinilos la tomen como recadera ocasional y la permitan llevar unos ejemplares a una emisora de radio. Allí, tras hacerse la curiosa pidiendo que la dejen ver cómo se trabaja en el control,...