Vivimos en una época repleta de desinformación. Algo irónico totalmente, si tomamos en cuenta que ha sido en estas últimas décadas cuando mas desarrollo y avance evolutivo han tenido estasherramientas que precisamente funcionan para permitir a un mayor número de personas accesar a plataformas donde se intercambia todo tipo de información y datos. Medios como la televisión de cable, la telefoníainteligente y el internet, en lugar de volvernos a los usuarios unas personas más informadas y por lógico ende mas consientes e interesados por el saber, lo único que han podido lograr esconvertirnos en una rara especie de aparatos receptores de toneladas de datos que resultan ser como una muralla que nos mantiene abstentos a llegar a conocer una realidad verdadera, orillándonos porconsecuencia a una indigencia informativa lamentable. Se podría decir que nunca antes la sociedad había estado tan descarrilada de los amplios caminos de la información siendo “guiados” por quienes “gobiernan einforman” por una brecha llena de fisuras de las que desagua y escapa la realidad. Ni siquiera páginas web como “el blog del narco” o redes sociales como ”twitter”, por citar algunos ejemplos, quede cierto modo tratan de difundir un reflejo de sucesos ocultados por la censura gubernamental, han conseguido aclarar significativamente el panorama.
En este ambiente tan opacado es sencilloentender porque cualquier declaración insensata es emitida sin que siquiera provoque reacciones críticas (ni se menciones protestas). A nadie le parece algo perverso que nuestro presidente Felipe calderón(por si no te diste cuenta sus iníciales son FeCal, casualidad? No creo, ja.) Afirme que el inquietante número de muertos (casi 60mil) (civiles o no) en los ya casi 6 años de su subnormal guerra frontalcontra el narcotráfico sea un indicativo de que se está ganando la lucha; o en un ámbito menos importante que los jerarcas de la federación mexicana de futbol, asegure que la participación de la...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.