desmalvinizacion
Desmalvinización, la derrota Argentina por otros medios
Lic. Fernando Pablo Cangiano (*)
Los 30 años de la guerra de Malvinas pusieron en debate todos los aspectos vinculados al conflicto y sus consecuencias. Debemos celebrar esta proliferación de argumentos y contra-argumentos pues permiten arrojar luz sobre un suceso de excepcional trascendencia para la Argentina: nada menos quenuestra guerra contra Gran Bretaña y su principal aliado, EE.UU..
Uno de los temas que ha concitado mayor interés para los ex combatientes es el proceso de “desmalvinización” que se instaló en la sociedad argentina tras la culminación de las acciones bélicas en junio de 1982 (1). Si bien ese fenómeno se mantuvo inalterable en el tiempo, fue asumiendo diferentes formas y contenidos conforme se fueprofundizando el proceso de subordinación de la Argentina al nuevo escenario internacional resultante de la ofensiva neoliberal de la década del ‘80 y ‘90. La guerra de Malvinas provocó, con independencia de las intenciones de la dictadura cívico-militar gobernante, un quiebre objetivo en la relación entre nuestro país y las grandes potencias occidentales, relación que debía ser restablecida conla mayor celeridad para retornar al statu quo de “normalidad” anterior al 2 de abril.
A poco de finalizadas las acciones bélicas la “desmalvinización” se expresó bajo la forma de una tendencia a clausurar cualquier iniciativa de debate público sobre la experiencia vivida y, especialmente, a impedir toda tentativa de rescatar las enseñanzas emergentes de los hechos (el papel de EE.UU.,solidaridad latinoamericana, el fraude del TIAR, etc.). En ese escenario, cuyo rasgo sobresaliente fue la necesidad de las clases dominantes de recomponer las relaciones dañadas con el imperialismo, el ex combatiente fue arrojado a una zona de invisibilidad social en tanto sujeto con identidad propia y con un mensaje para transmitir. Pierde la palabra de protagonista activo, solo se le permite describir elhambre y el frío padecido en el terreno. Comenzó a cobrar forma la figura del “chico de la guerra”, que luego tendría amplia difusión en múltiples expresiones políticas y culturales relacionadas con Malvinas (libros, films, etc.).
Paralelamente, y a contracorriente de lo anterior, la búsqueda de una identidad no minusvalorada ni victimizada constituyó un poderoso impulso para la formación de lasprimeras organizaciones de ex combatientes, que rápidamente desarrollaron un programa de reivindicaciones propias, algunas de carácter “gremial” (beneficios sociales, planes de salud, trabajo, etc.) y otras de naturaleza política (defensa de la soberanía nacional y continuidad en la lucha antiimperialista).
Transcurrida esa primer etapa de la posguerra, el sistema de poder dominante, a travésde sus voceros (políticos, periodistas, académicos, etc.), fueron dándole forma más elaborada a una peculiar operación discursiva “desmalvinizadora”, plagada de mistificaciones y falacias, cuyo objetivo político estuvo claro desde el inicio: deslegitimar la guerra contra el imperialismo inglés por la vía de sembrar indignidad y deshonra en todo lo que tenga que ver con Malvinas. Se trataba deimpedir que esa reivindicación (y su poderosa carga emocional concomitante) se convierta en una consigna que galvanice voluntades opuestas a la entrega nacional al capitalismo globalizado, que ya arremetía con fuerza arrolladora tras el colapso del bloque soviético y la nueva relación de fuerzas a escala mundial.
Teoría y práctica de la “desmalvinización”
Pero ¿qué significa desmalvinizar a lasociedad argentina?; ¿cuáles fueron los núcleos duros de esa operación discursiva construida en torno a Malvinas y reflejada en una profusa producción cultural?, ¿qué objetivos políticos perseguían quienes intentaron borrar de la memoria popular nuestra guerra contra el imperialismo anglo-norteamericano?, ¿por qué razón los “desmalvinizadores” más cerriles tiene el cinismo de pedirle al pueblo...
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