Despúes de muchos pensamientos y tropiezos me pregunté
Y he pensado que no, que un compromiso no es sinónimo de seguridad y que se puede ser feliz sin compartir tu vida conalguien, o simplemente compartiéndola con muchas personas. Que una relación también tiene sus cosas buenas y malas, igual que todo en esta vida, y que hoy en día es difícil pensar en un “felices parasiempre”. También he llegado a la conclusión de que existen dos tipos de personas, las que están con alguien y las que no, las que no pueden estar solas y las que disfrutan estándolo, o simplemente nonecesitan estar con alguien porque pueden ser felices con otras cosas, con otras vivencias, o que prefieren estar con muchas personas y llenarse de esas pequeñas cosas que tiene cada uno.
Porque alfinal quien te queda eres tú mismo, porque nunca existe la garantía de que una persona no te pueda fallar. Y el miedo al compromiso no es un problema del sexo masculino, quizás el problema sea quenosotras siempre buscamos eso y no dejamos que las cosas pasen cuando tengan que pasar. A lo mejor deberíamos dejar de forzar las cosas y disfrutar, que es lo que toca, porque al fin y al cabo llegará undía en que ya no podremos hacerlo, y entonces nos preguntaremos, ¿dónde está mi juventud?
Tal vez el miedo al compromiso esté impulsado por la obsesión por el compromiso, porque siempre queremos loque no tenemos, y a veces creemos que es lo que toca, pero quizás nos equivoquemos. A lo mejor lo que toca es saber cuándo algo se ha acabado porque realmente no quieres seguir con ello o cuándo algose ha acabado porque tu cabeza te dice que se debe dar un paso más, pero lo difícil es saber que existe esa diferencia y aceptar que a veces no se da un paso más, que a veces las cosas “se quedan a...
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