Despedida de bachillerato

Hace más o menos seis años, y con medio metro menos de estatura, estábamos todos aquí, en esta misma sala.
La diferencia es que estábamos empezando un nuevo camino y ahora mismo lo estamosterminando.
Segundo de bachillerato nos parecía que estaba a años luz de distancia, y sin embargo, se nos ha pasado volando, tanto, que si te paras a pensar, asusta la rapidez con la que pasa el tiempo, algode lo que estamos empezando a ser conscientes ahora.
Estos seis años han estado llenos de buenos momentos: la semana inglesa (cacerolazos, petardos, valencianos, pasar la noche en todas las cabañasmenos en la tuya...), un viaje que nos marcó y también a las futuras generaciones, que dejaron de tener dos años de semana inglesa... los intercambios con Suecia y Dinamarca, donde aprendimos a ser unpoquito más independientes y conocer gente y culturas diferentes, Canarias (manolistas, chicos y chicas a la guagua, navarros y navarras...), Londres, y por supuestísimo Italia, el primer viaje quehicimos casi todos nosotros juntos, lleno de un montón de anécdotas que recordar (chistes en el autobús del tipo, chicos, el meridiano o meridiculo, ¿te acuerdas Paco?, reuniones en las habitaciones,recorridos por todas las ciudades en busca de hielos) y de buenos momentos inolvidables.
A pesar de que es un palazo levantarse todos los días a las siete de la mañana para venir al instituto, han sidoseis años donde hemos aprendido a crecer como personas, a madurar, a enfrentarnos a nuestros miedos y a superarnos cada día.
Nos hemos llevado disgustos, pero también alegrías.
Hemos conocido agente nueva que se ha ido incorporando a nuestras clases y a nuestra vida.
Hemos conocido a profesores que nos han tratado demasiado bien y que van a ser imposibles de olvidar: Maribel, que nos conociócon doce años y nos trataba como si fuera la madre de todos nosotros, a Augusto, que tenía una paciencia enorme con todos nosotros y que se jubila este año, y muchos otros que nos han marcado en...