Despedida a mi amiga

Bendito sea Dios que hizo que llegaras a nuestras vidas, a veces con tu apariencia despreocupada, otras profundamente interesada en todo y las mejores veces, con tu filosofía de libertad y respeto alo que cada uno de nosotros te expresaba. Insistías en vivir cada día aceptando las cosas que no podías cambiar y apreciando las oportunidades para estar cerca de quienes amaste y te amamos. Aunque noentendías por qué pasaban algunas cosas, decidiste refugiarte en el sagrado corazón de Jesús…reconociste tus fallas y te dio la fortaleza para enmendarlas…fue tal su misericordia contigo que tebendijo con la capacidad de dar vida, sí la vida a tu pequeño hijo: David. Armaste miles de experiencias para vivirlas con él y lo compartiste con todos, haciéndonos partícipes de la forma en que juntosdisfrutaron de los doce años más bellos y tiernos de tu vida. Tejiste con tus besos, cuidados y oraciones un lazo suficientemente fuerte para resistir tu ausencia y esperar el encuentro definitivocontigo en el cielo.
Parecida a esa hermosa ave llamada colibrí volaste tan de prisa que fue imposible detenerte…sólo la fragancia, los colores y tu armonía pudimos percibir en tu partida.
Haz llegadohasta el hogar divino y desde ahí vigilarás tus afectos; intercederás por quienes te confiamos nuestros anhelos y seguro que sonreirás cuando nos veas caminar con paso firme y sin titubear paraalcanzarlos. En las dificultades no te apures, también nosotros confiamos en Dios y estaremos bien en sus manos, manos que te abrazaron para llenarte de paz y llevarte a verdes prados con hermosas floresrosadas que esparcirán su aroma cada vez que nosotros pensemos en ti.
Vive la eternidad y reposa, mientras te guardamos en el corazón como un latido más en él y permite que conservemos la herenciaque nos has dejado:
Tu amor profundo a la vida y la amistad incondicional que a todos nos mostraste.

Si algo faltó por decirnos o por hacer, ya no importa. Ahora conoces la verdadera vida y sabes...