Despedida
Por años Los Santos de su tribu les habían enseñado que deallá, de estas madrigueras en la matriz de su sagrada Madre Tierra, ellos habían evolucionado y que su Madre les daría siempre el necesario asilo de buen puerto. Entre tanto, habían dejado a losentristecidos deudos del difunto General Victoriano Lorenzo, esperando por respuestas en una ciudad hostil después del asesinato del ilustre líder.
La comandancia de ese acantonado ejército Colombianoen Panamá se había vuelto escena de una verdadera odisea para los deudos y familiares entristecidos del difunto. Ya habían pasado muchos días luego de hacer aquellas peticiones por los restos quehabían hecho la viuda y miembros cercanos del fallido General Victoriano Lorenzo. La familia esperaba y esperaba pacientemente.
Luego de largas horas de espera volvían a, respetuosamente, solicitarque la armada les entregara los restos de su querido pariente para ofrecerle Cristiana sepultura. Sin embargo, los oficiales de bajo rango informaban, respetuosamente, que se les había negado esaspeticiones. Todo el día, día tras día, se pasaban de un oficial a otro haciendo las mismas y urgentes peticiones, para nuevamente ser dirigidos a otro despacho en que sus peticiones se les serían negadas.Las horas y los días pasaron hasta que el grupo de humildes indígenas llegaron al punto de desesperación. Finalmente, les llega una palabra alentadora. Tenían más de un mes de estar guardandovigilia en las oficinas de los cuarteles y comandancias, pensando y arguyendo que ellos tenían el derecho a los restos de su querido pariente para darle el requerido sepulcro de cristiandad. Sin...
Regístrate para leer el documento completo.