Despertar
Tan solo unos rayos de sol traspasaban las blancas y suaves cortinas de la habitación donde se encontraba Alfredo. Se levanto y salió al balcón mientras una pequeña ráfaga de aire golpeaba sus mejillas, fue entonces cuando recordó, por un extraño motivo, como su papa engañaba a su madre con otra mujer…un recuerdo de su madre paso por su mente el cual decía-Descansa hijo mañanaserá un mejor día, buenas noches. Salió de su línea de pensamientos, se vistió y se dirigió a la cocina donde estaba su hermosa esposa Elena, quien se encontraba poniendo la mesa para desayunar todos juntos, Alfredo, Elena y sus dos hijos, Alejandro y Amelia quienes tenían 12 y 11 años.
Comentarios de ocasión era todo lo que se escuchaba ya que esa mañana Alfredo estaba pensativo y algoconfundido, porque recordar ahora lo terrible que había sido su infancia gracias al desalmado de su padre. Después del desayuno Elena llevo a los niños a la secundaria y Alfredo se fue a su consultorio ubicado dentro del hospital Zambrano Hellion, donde atiende a mucha gente adinerada y ricachona lo que le otorga la facilidad de vivir bien y sin carencias económicas.
La tarde era tranquila, no habíaconsultas pendientes y Alfredo solo trataba de borrar todo aquel recuerdo agobiante que en ese momento pasaba por su cabeza. Pero un estruendo cortó su línea de recuerdos; la puerta abriéndose de golpe fue lo que desconcertó a Alfredo. Por aquella puerta de finos detalles entraba la maldad encarnada con un niño tomado de la mano, al cual le escurrían lagrimas por la mejilla. Alfredo no entendía loque pasaba y por instinto defensivo se puso de pie dando un fuerte golpe al escritorio con ambas manos lo que provoco que los lápices cayeran al suelo repentinamente.
Aquella se llamaba Bertha Esquivel y el niño que la acompañaba de la mano se llamaba Alberto de 11 años. A esa mujer la conoció en un bar de la ciudad a los años de casados con quien obviamente tuvo trato carnal, engendrando unhijo.
Bertha estaba molesta, harta de ser la casa chica, hace 9 años que se había convertido en LA OTRA de la vida de Alfredo. Las cosas entre Bertha y Alfredo nunca habían marchado del todo bien pero tenían una razón, de nombre Alberto, por la cual debían seguir juntos al menos aparentando que eran una pareja, dentro de lo que cabe, feliz. Tanto tiempo Bertha callo, guardo el secreto pero lagota que derramo el vaso fue el día anterior cuando no se presento al cumpleaños de su hijo Alberto.-Estoy harta-dijo Alberta en voz alta- pero te arrepentirás de esto; Salió hecha una furia por la puerta. Alfredo estaba tan confundido y desconcertado que no se detuvo a pensar en lo que Bertha podía hacer, solo se quedo sentando negando con la cabeza, estaba arrepentido de haberse metido con esamujer.
Alejandro y Amelia jugaban en el patio trasero, mientras su madre preparaba la comida, entre los ruidos del aceite que doraban unas papas y las cacerolas que hervían la sopa era difícil escuchar algo. Fue un sutil sonido pero lo suficiente para saber que alguien llamaba a la puerta, fue cuando Elena soltó los utensilios de cocina y camino con paso veloz hacia la puerta, distinguía lasilueta de una persona a través de la hermosa puerta de cristal que adornaba la entrada principal de su casa. Abrió la puerta dubitativa, lentamente, hasta tener de frente a una mujer que tenía una desafiante mirada que le provocaba a Elena un temor en su interior ¿Porque esa mujer la miraba de ese modo?, fue entonces cuando ella dijo en un tono de burla- Elena, cierto? A lo que Elena respondió conmucha duda que si- Soy Bertha Esquivel y vengo a presentarme y el es mi hijo Alberto. Elena voltio a ver al pequeño y fue como ver a Alfredo de cuando era pequeño –Así es Elena- dijo Bertha- el padre de este niño es Alfredo, tu esposo- Elena dio un paso hacia atrás sorprendida mientras Bertha se marchaba de la casa con una sonrisa macabra dibujada en el rostro.
Lo que sigue no es nada importante...
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