Desplazamiento y refugio, derecho internacional publico
La estimación de desplazados oscila entre 500 mil y un millón y medio de personas en el período de mayor afectación (1981-1983), sumando las que se desplazaron internamente y también aquellas que se vieron obligadas a buscar refugio fuera del país. La variabilidad de estas cifras refleja la naturaleza cambiante del fenómeno del desarraigo y la dificultad deestablecer el grado de su contundencia según su prolongación en el tiempo. Para algunas familias el desplazamiento no duró más que algunas semanas; otras permanecieron fuera de su comunidad durante años. No obstante el grado de destrucción y las secuelas que tuvieron lugar durante su ausencia fueron con frecuencia semejantes.
De los primeros desplazamientos a los movimientos masivos
Como haquedado establecido en el Capítulo II la violencia política en las áreas rurales del país, especialmente en las zonas de población maya, hacia finales de los años setenta se caracterizó por actos de represión gubernamental selectiva, dirigidos de forma prioritaria contra los líderes de movimientos reivindicativos o los cuadros locales de la guerrilla. Las organizaciones insurgentes también enderezaronacciones contra algunos comisionados militares o representantes del poder económico. Estos actos de violencia provocaron el desplazamiento de aquellos que eran susceptibles de ser atacados o de familiares de las víctimas que temían represalias posteriores.
A partir de 1981 la represión se volvió indiscriminada y proliferaron las violaciones sexuales de mujeres, así como los asesinatos deniños. La población entera reconoció pronto en estas atrocidades el destino inevitable de todo aquel que no lograra huir a tiempo. Con esto, la huida empezó a tornarse masiva. Eran grupos de pobladores los que buscaban lugares de refugio cada vez más distantes de la comunidad y progresivamente permanecían más tiempo fuera de su casa. Este desplazamiento espontáneo respondía al carácter sorpresivode las incursiones del Ejército, que producían huidas caóticas, dictadas sobre todo por la inminencia de la muerte, con la consiguiente dispersión de familias y vecinos, que incrementó su vulnerabilidad en los refugios.
Así, los pobladores no podían abastecerse con la necesaria antelación para proveer los requerimientos de un refugio prolongado, o bien no lograban llevar consigo todo lonecesario. Aprovechaban momentos en que el peligro parecía haber disminuido para regresar a su comunidad y buscar alimentos, pese al riesgo de encontrarse con el Ejército. Si las casas habían sido destruidas, muchos volvían a las casas de vecinos o familiares o a parcelas de milpa distantes de la comunidad.
En comunidades donde había grupos organizados con la insurgencia, independientementedel grado de esa relación, se pusieron en marcha planes de emergencia elaborados y dirigidos por las estructuras locales de aquélla para alertar sobre la presencia del Ejército. Estos aprestos de defensa contribuyeron a salvar muchas vidas durante los primeros operativos militares masivos. Un ex combatiente de la guerrilla recuerda las instrucciones que se les daba a los pobladores:
Si...
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