Detección burnout
Material extraído de la Conferencia dictada por la Dra. Elsa Wolberg
10º Congreso Internacional de Psiquiatría – 21 al 24 de Octubre de 2003,
Buenos Aires, Argentina
A partir de Froudemberger, hace unos 30 años, se comenzó a desestigmatizar algo que estaba silenciado, que es que los medicos, quecuramos a los demás, también nos enfermamos.
De esto no se podía hablar antes, por un lado porque no se investigaba; y por el otro lado, porque el imaginario social ha construido del “curador” en general una figura magnificente, de modo que no tiene permiso para no resistir a los embates a los que está expuesto.
Hipócrates decía: “Un médico debe curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre”.Esto no es solo para los pacientes, sino también lo es para nosotros.
Quino tuvo la genialidad de describir como ha sido visto al médico: magnificente, omnipotente, vencedor de la muerte y con un paciente que lo mira con admiración y azorado.
En realidad esto es una trampa mortífera, porque hay un mandato para que así seamos, pero si así lo creemos no tenemos freno, no percibimos las señales decansancio y de desgaste como para poder prevenirlas y no nos podemos bajar de este sitio.
Sin embargo, en un discurso contradictorio la sociedad nos ha bajado violentamente. De hecho el mismo Quino ilustra esta situación con un médico “reluciente” que luego de “recauchutar” a seres humanos traumatizados, termina como un operario cansado, fatigado.
Esto significa que nos hemos transformado en“laburantes” como cualquier otro, sin la cobertura y el marco legal que requiere el ser trabajador.
Los múltiples canales en los que tenemos que funcionar, de requerimientos y exigencias de toda especie, son muy agobiantes.
Y a esto se agrega una problemática de género, que es el caso de las profesionales de la salud (médicas, enfermeras, psicólogas, etc.).
De acuerdo a estadísticas de GranBretaña, Suecia y los Estados Unidos, los médicos en igual circunstancias tienen el doble de índice de mortalidad y de suicidio, y en el caso de las mujeres, esta cifra se triplica.
Los índices de depresión son del 15% mientras que en el caso de los médicos, sobre todo en los dos primeros años de la profesión, uno de cada 3 presenta depresiones clínicas y remontan como pueden.
Un colega hizo unaestadística en el Gran Buenos Aires, para determinar de qué mueren los médicos, y las expectativas de vida de estos profesionales en un gran sector de la provincia de Buenos Aires es 58.2.
Les transmito todo esto de forma deliberada, porque el marco que les quiero transmitir a ustedes es desde la prevención, y no tomada como que hay que atacar algo, sino que considerada como que hay que adelantarse paraevitar algo, con acciones de crecimiento, desarrollo y creación de otras alternativas.
Para que la prevención “prenda” tiene que haber un umbral de alerta. Es por eso que le transmito estas cosas, y para que tomen conciencia de que no hablamos de los otros, sino de nosotros.
Tenemos que bajarnos del pedestal y perder la omnipotencia de creer que lo mucho nunca es demasiado. O sea, lasobreadaptación y la sobreexigencia en la cual caemos sin atender las señales internas de cuando lo mucho se ha hecho demasiado, nos exponen a un sindrome de burn-out.
Se han estudiado cuáles son los factores de riesgo en el ambiente de trabajo, en sectores hospitalarios de 10 países europeos y lo que se pudo observar es que cuentan tanto las situaciones con los pacientes como las cargas musculoesqueléticasde las cuales son portadoras las enfermeras.
(Hay estadísticas de la OIT que indican que cada año 200.000 enfermeras tienen trastornos músculoesqueléticos por cargar cuerpos y grandes pesos, superando a los obreros que trabajan en la minería y en las construcciones).
Otro tema es el ambiente de trabajo: cómo es el lugar, cuánto aire se puede respirar, sitios para sentarse, privacidad para...
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