Deus Caritas est

DEUS CARITAS EST.
(Sobre el amor cristiano)
“Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.” (1 Jn 4,16).
En la primera parte de la encíclica el Papa BENEDICTO XVI explica que el cristiano no comienza a serlo por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, unaorientación decisiva.
Primera Parte: La unidad del amor en la creación y en la historia de la salvación.
1. Un problema de lenguaje.
El amor de Dios hacia nosotros es una cuestión fundamental para la vida, y respecto a esto el Romano Pontífice nos plantea un gran problema que tenemos de entrada la mayoría de los cristianos, es decir, un problema de lenguaje. En nuestros días la palabra “amor” esuna de las palabras más utilizadas y de las que más se abusa ya que damos acepciones totalmente diferentes.

Los hombres hablamos sobre amor a la patria, amor a la profesión, amor de padres e hijos, entre hermanos y familiares, amor al prójimo y del amor de Dios, sin embargo, como arquetipo por excelencia destaca el amor que existe entre un hombre y una mujer. Sabiendo esto el Papa se plantea sitodas estas formas de amor ¿se unifican al final a pesar de la diversidad de sus manifestaciones, siendo en último término uno solo, o se trata más bien de una misma palabra que utilizamos para indicar realidades totalmente diferentes?

2. “Eros” y “Agapé”, diferencia y unidad.
Eros es el nombre por el cual los antiguos griegos nombraron al amor que existe entre un hombre y una mujer, que nonace del pensamiento y la voluntad, sino que en cierto sentido se interpone al ser humano. En el NUEVO TESTAMENTO nunca se emplea la palabra eros, ya que estos escritos prefieren el término de agapé.

El filósofo alemán Friedrich Nietzsche le cuestiona a la iglesia sobre si con sus prohibiciones ¿no ha convertido lo más hermoso de la vida en algo amargo?, ¿No pone quizás carteles de prohibiciónprecisamente allí donde la alegría, predispuesta en nosotros por el Creador, nos ofrece una felicidad que nos hace pregustar algo de lo divino? El autor de ésta encíclica se cuestiona a su vez ¿es realmente así? El cristianismo, ¿ha destruido verdaderamente el eros?

El eros era considerado por los griegos como todo un arrebato, como una “locura divina” que prevalece sobre la razón, algo quearranca al hombre de la limitación de su existencia y que le hace experimentar la dicha más alta. De este modo las demás potencias entre el cielo y la Tierra quedarían como de segunda importancia.
Virgilio en las Bucólicas escribe: “Omnia vincit amor, et nos cedamus amori”. El amor todo lo vence, rindámonos también nosotros al amor.

En esta parte de la encíclica se hace notar que el eros ebrio, esdecir, indisciplinado, no es elevación o éxtasis hacia lo divino, es caída y degradación del hombre. El eros necesita disciplina y purificación para dar al hombre, no el placer de un instante, sino de algún modo hacerle pregustar en cierta manera lo más alto de su existencia; esa felicidad a la que tiende todo nuestro ser.

De estas rápidas consideraciones sobre el eros sobresalen de maneraclara dos aspectos: El primero es que entre el amor y lo divino existe cierta relación: el amor promete infinidad, eternidad, una realidad más grande y distinta de nuestra existencia cotidiana. Pero al mismo tiempo se constata que el camino para lograr esa meta no consiste simplemente en dejarse dominar por el instinto. Se necesita una verdadera purificación y maduración que incluyen la renuncia;aunque esto de ninguna manera es rechazar el eros o envenenarlo –como diría Nietzsche-, sino que es hacerlo cada vez más sano para que entonces alcance su máxima y verdadera grandeza.

Esto depende de la constitución del ser humano, que está compuesto de cuerpo y alma. El desafío del eros se considera superado cuando cuerpo y alma forman una unidad íntima. Si el hombre pretendiera ser sólo...