Devocionario

Prologo de esta Edición

Cada paso que da la humanidad en la vía ascendente del progreso, le demuestra palpablemente la necesidad, cada vez más ineludible, de ejercitar su pensamiento dirigiéndose hacia su Creador, Los últimos adelantos científicos comprueban de una manera clara y patente el poder del pensamiento. Los rayos N nos manifiestan, con su irradiación, que ésta es más potente cuandola voluntad se ejerce; de otra parte, se ha comprobado científicamente que el cuerpo humano está saturado de oxígeno cuando el espíritu que lo anima rebasa en satisfacciones altruistas, mientras que cuando lo influyen malos pensamientos, éstos hacen que el cuerpo se sature de carbono, ocasionándole malestar indecible.

Comprobado por la ciencia lo que antecede, a nadie extrañará que el CongresoEspiritista de 1900 hiciera suya la proposición presentada por la “Unión Espiritista Kardenciana Española”, que, con su espíritu previsor, presentó al mismo.

He aquí la proposición adoptada:

Necesidad de la Oración, relaciones del hombre con su Creador, consideradas como el principio fundamental de la Moral espirita y el primer deber a cumplir por todo adepto.

Nadie que no haya oradode verdad puede desconocer el consuelo y el bienestar que con ello se adquiere; y por esto que antes permanecía solo al radio de acción del pensamiento y que exponía a ser tildado de fanáticos a los que la practicaban, la ciencia, en su nuevo paso de adelanto, ha venido a demostrar, de un modo palpable, las ventajas morales y materiales que su ejercicio produce, siempre y cuando la oración seaverdadera, sea el eco fiel de gratitud, sea el canto de amor que los seres eleven a su creador y no el rezo rutinario en donde sólo se producen palabras y no sentimientos, que, al vibrar al impulso del sentimiento, rodeen de oxígeno nuestros cuerpos y a nuestras almas las muevan atraídas por el Bien y la Verdad.

Cuando oréis, no busquéis ni recordéis fórmulas de ninguna clase; elevad vuestrospensamientos hacia otras regiones más felices por su adelanto y hallaréis paz y tranquilidad en vuestro espíritu y bienestar para vuestros cuerpos. Para los que así saben orar, no está escrito en este libro; ellos lo tienen en la contemplación del infinito, en la hermosura de la naturaleza que nos rodea, en el amor que profesa a sus semejantes. Pero no todos saben elevar su oración sin una forma quela acompañe, efectos los unos de las reminiscencias de las creencias pasadas y otros por falta de práctica; para éstos últimos les será de gran utilidad el leerlo y profundizarlo; de este modo su inteligencia y su corazón marcharán al unísono, formando al hombre perfecto y bien equilibrado que sabe emanar la ciencia con la moral.

Si la lectura de este libro sirve al que lo lea para ayudar aelevar su pensamiento a Dios, el trabajo de recopiarlo habrá sido bien empleado y éste es el único galardón al que aspiramos.

Prologo de la Primera Edición

La forma es nada, el pensamiento es todo. Rogad cada uno según vuestras convicciones y del modo que más os conmueve; un pensamiento bueno vale más que numerosas palabras, en las que para nada está el corazón.

Los espíritus del Señorno prescriben formulas absolutas para la oración y sobre todo para llamar la atención sobre ciertos principios de la doctrina espiritista. También lo hacen para ayudar a las personas que se confunden al emitir sus ideas, porque hay muchos que no creerían haber orado si sus pensamientos no estuviesen formulados.

La COLECCIÓN DE ORACIONES contenidas en este pequeño devocionario, las más han sidosacadas de “El Evangelio según el espiritismo”, por Allan Kardec, y las otras de varios autores: todas tienen un mismo principio fundamental: que es elevar vuestras almas a Dios.

Esta colección no debe considerarse como un formulario absoluto, sino como una variedad entre las instrucciones que dan los espíritus.

El espiritismo reconoce como buenas las oraciones de todos los cultos,...