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Valdemar viene publicando en su colección Gótica antologías temáticas de relatos de terror y fantasía, muchas de ellas preparadas y presentadas por Antonio José Navarro. Hasta el momento hanaparecido, entre otras, las dedicadas a vampiros, historias fantásticas de ambiente marino y narraciones sobre momias egipcias. Esta última, titulada La maldición de la momia, es bastante obesa (652 páginas),y en el formato grande de Gótica impresiona más. El contenido, compuesto de cuentos, fragmentos literarios, novelas cortas y largas, viene a ser como un cajón de sastre. Pero como no abundanprecisamente las antologías que tomen a las momias egipcias como protagonistas, pues el volumen se hace simpático. Otra cosa es que, al final, uno acabe un poco cansado, porque tanta resurrección de momias,la mitad de las cuales acaban paseándose con la habitual rubia desmayada en brazos, resulta monótono.
Precedida de un entretenido prólogo a cargo del seleccionador, aquí encontramos de todo: bueno ymalo, divertido e insípido. Relatos de terror de clásicos del género, poesías, historias del pulp más desaforado, cuentos pulcramente literarios e incluso la novelización de una película. Entre lo másdisfrutable (y teniendo en cuenta que algunos textos son ya conocidos del aficionado al terror y la fantasía, como “Escarabajos”, de Robert Bloch) se encuentra, oh sorpresa, la novela corta pulp “Lamaldición de Amen-Ra”, obra de Victor Rousseau, autor del que los seguidores de las antologías Dronte de Espanto y Terror quizá recuerden porque en ellas aparecieron varios textos suyos (no sé si estefue uno de ellos, y, como diría Rajoy, “me da igual oiga, si es que me da igual” ). Es pulp, sí, pero eficientemente escrito, sin tonterías –o solo las justas–, con buena atmósfera, ritmo narrativo ymomentos de terror bastantes suculentos. Lo que no se puede decir precisamente de otras muestras pulp aquí presentes, como el cuento de Seabury Quinn, “El hombre de la calle Crescent Terrace”, que...