Dfgd

LOS GÉNEROS PERIODÍSTICOS: ENTRE CENTAUROS Y ORNITORRINCOS

Diciembre de 2007
Marco Antonio Cervantes González

Hace algún tiempo leí la siguiente pregunta: “¿qué sucedería si el ‘lugar común’ se prohibiera?”. Sospecho que la vida cotidiana se complicaría a tal grado que la respuesta a un simple “buenos días, ¿cómo estás?” terminaría en un complejísimo discurso de la Angustia del Ser a lassiete de la mañana. En el ambiente académico las cosas no serían más sencillas. Las definiciones estudiadas y memorizadas a cabo y rabo durante años las tendríamos que reinventar a diario. Así que no me parecen tan malos los lugares comunes; contradigo las ideas que nos han tratado de imponer algunos puristas recalcitrantes. Ciertos lugares comunes, para mí, tienen ecos notables de sabiduría einteligencia.
Uno de mis lugares comunes favoritos se lo debemos a un notable prosista que entendió al ensayo literario “como el centauro de los géneros”. Esa definición se cita en prólogos, antologías, artículos breves, artículos extensos, ensayos sobre ensayos y tesis sobre ensayos. El planteamiento, hecho por Alfonso Reyes, se repite sin ahondar en por qué el escritor pensó así ese género.Quisiera continuar con otras definiciones de cuatro patas: hace poco se publicó una antología de crónicas donde otro autor mexicano asemejó ese género periodístico con “un ornitorrinco”. Es así como Alfonso Reyes y Juan Villoro, como buenos cazadores, definieron dos de sus géneros predilectos: el ensayo y la crónica. Sin embargo, advierto —como quien escucha las aventuras de algún extraño—, nosquedamos mucho más confundidos que al principio.
En los dos escritores encontramos una diferencia generacional relevante, pero también una coincidencia: Reyes y Villoro son expertos del pulso periodístico y literario de su propia época. Subrayo un vértice de encuentro en las definiciones: los dos se rehúsan en adherir un sello fijo, móvil y previsible en la naturaleza de sus textos. Todo locontrario: Alfonso Reyes (1889-1959) asemejó sus escritos con una criatura mitológica divida entre hombre y bestia: “donde hay de todo y cabe todo”. Relato y exposición de ideas; prosa poética y crónica periodística. Mientras Villoro (1956) define a la crónica como una mezcla de siete animales en uno: desde novela hasta teatro, desde reportaje hasta ensayo. Más allá de lo gráfico y huidizo de losejemplos citados, los autores proponen, a mi modo de ver, distintas tentativas de un escenario invariablemente dinámico: lo comunicante de los diversos vasos (denominados géneros) que han conformado, y conforman, lo periodístico.
Con los ejemplos citados coincido con una de las ideas del texto de Luisa Santamaría Sánchez: la reflexión concerniente a los géneros periodísticos ha sido múltipley la discusión aún es joven. Por eso disiento de los que ven; por un lado, en los géneros periodísticos un objeto de estudio inmóvil e invariable y, por otro lado, los que observan, en este otoño de 2007, un momento definitivamente crucial para el periodismo y sus distintas formas de expresión —como si los retos de los periodistas de ayer hayan sido menores a los actuales: el culto al progreso,los nuevos medios de comunicación y la duda son sustancias invariables del concepto de “modernidad”; concepto que ha acompañado a la sociedad occidental durante más de un siglo—. Los periodistas que usaron las máquinas de escribir Remigton hasta los que postean en los blogs tuvieron y tienen la intención de responder, a su forma particular: “¿qué pasa por el mundo?”. No dudo de la complejidad denuestro presente, pero me gustaría ejemplificar para no afirmar en el vacío.
La búsqueda constante de “novedad” estilística es otra de las características más relevantes de la noción de modernidad. Visto desde nuestro contexto, las crónicas hechas por José Martí en Nueva York, a finales del siglo XIX, perduran por su calidad; pocos dudarían —en la actualidad— de entenderlas como buenos...