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QUEHACER
ANTROPOLÓGICO
PRIVILEGIÓ
DURANTE
MUCHO
TIEMPO
EL
ES
-
tudio de las “sociedades lejanas y diferentes” (Augé,
1995
:
12
).Podríamos definir entonces ala antropología clásica como laciencia o el estudio del otro, el radicalmente diferente, el no-occidental. ¿Por qué el interés en estudiarlo? Mencionemos aquísólo los dos extremos. Uno: estudiarlopara dominarlo mejor,pues la antropología surgió en el periodo de la expansión imperialeuropea y luego estadounidense. En el otro extremo, conocerlopara idealizarlo como el
buen salvaje
. Entre ambos,lo mejor dela antropología clásica contribuyó a ampliar el concepto mismode humanidad, fomentando la tolerancia y reconociendo positi-vamente la diversidad cultural en tiempos en que cobraba augeelracismo científico.Sin embargo, nadie puede escapar totalmente a su época. Poreso, en las etnografías clásicas descubrimos con frecuencia latendencia a construir al otro fuera de la historia,exotizándolo
y
esencializándolo
, sea como el buen salvaje que debe ser protegidoen su pureza o como el primitivo destinado a desaparecer (Said,
1990
; y para el contexto andino, Starn,
1992
). Casisiempre varón,blanco, ciudadano de estados imperiales, difícilmente el etnógrafopodía evitar mirar, o fotografiar, con un “ojo imperial” al otro queera su objeto de estudio (Poole,
1998
; Pratt,
1993).
A
NTROPÓLOGOS
EN
LA
“
PERIFERIA
”:A
MÉRICA
LATINA
¿
Q
UÉ
PASA
CUANDO
EL
OTRO
NO
ESTÁ
EN
UNA
ISLA
LEJANA
,
UNA
SELVA
IM
-penetrable o algún desierto calcinante, sino dentro del propiopaís, literalmente a la vuelta de la esquina o incluso dentrodel propio antropólogo? En otras palabras, ¿qué pasa cuandolos otros, antesobjeto de estudio, se convierten ellos mismos encientíficos sociales? Si la antropología clásica fue un productode la expansión noratlántica hacia el resto del mundo, en Asia yÁfrica fue hija de los...
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