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Se trata de una niña completamente normal. Sus primeros años de vida fueron “perfectos”, su padre era un administrador de una pequeña empresa con un sueldo decente y su madre era una ama de casa responsable. El padre de Saran era un padre ejemplar, a pesar de que no podía estar todo el tiempo con su hija se notaba la adoración que sentía hacía la pequeña.

Era el último día de clases, Saranestaba en el jardín de niños, generalmente su madre iba a recogerla, pero esa tarde se encontró con su padre fuera de la escuela, La subió al coche y le prometió un helado, Saran amaba los helados.

El padre de Saran había recibido un ascenso y tenía el día libre, ese día hubiese sido perfecto, todo lleno de buenas noticias, si no hubiera sucedido lo que relataré a continuación:

El padre dela pequeña aparco el coche en la acera y pidió a Saran que esperará en el mismo. Minutos y después de eso la puerta principal se abrió violentamente, el padre de Saran salió enfurecido y detrás de el casi pisándole los talones su madre, con una bata y con lagrimas en los ojos. El padre de Saran se subió al coche y miro fugazmente a la niña. -Ponte el cinturón.- Musito el mismo, con pesadez.Saran estaba asustada, su madre debía de haber hecho algo muy malo para que su padre se pusiera así. El coche arranco y poco a poco se fue alejando de su hogar, pero antes de que desapareciera por completo de la vista de la niña, alcanzo a vislumbrar a un hombre que salía de su casa, un hombre que ella nunca había visto nunca.

Después de unos cuantos minutos conduciendo salieron de la ciudad yentraron a la autopista. El padre de Saran conducía a una velocidad descontrolada y Saran comenzaba a tener un poco de miedo. -¿A dónde vamos papi? –Preguntaba la inocente chiquilla, al borde de las lágrimas. -Guarda silencio Saran. –Le contesto su padre con voz monótona. -¿Cuándo vamos a ir por mamá? –Volvió a hablar la chiquilla ahora llorando -Tu madre no va a venir con nosotros Sara ¡GUARDASILENCIO! –Le grito su padre desviando la vista hacía ella.
Y de repente Saran sintió un fuerte golpe en el coche y quedo sumergida en una profunda oscuridad.

Después de un gran sueño la pequeña volvió en sí. Al abrir los ojos quedo cegada un momento por la luz blanca de la habitación en donde se encontraba. Inspecciono con la vista la desconocida habitación, tenía las paredes desnudas, sinningún rasgo distintivo, era tan blanca como la luz que momentos antes la había cegado. Una voz proveniente de la camilla de a lado la sobresaltó. -Hola Sari.- Comentó una voz desconocida con timbre de niña, que se parecía mucho al tono de voz de Saran. Cabe recalcar que “Sari”, solo lo utilizaban sus padres. Saran se dio la vuelta para quedar frente a frente con la otra niña que le había habladoy se quedó helada, ya que la otra niña era idéntica a ella. La otra niña le sonrió como si no hubiera nada extraño.
-¿Qué eres? – Murmuro Saran nerviosa. -No que, quien. –Respondió la otra niña.- Soy Alina ¿No me recuerdas? Siempre estoy contigo. -¿Vives conmigo? –Preguntó Saran muy perturbada.- -Siempre estoy contigo.- Volvió a repetir la niña con una sonrisa. Y como ella le dijo, siempreestuvieron juntas.


Pasaron los años, para ser exactos 10. Ahora Saran ya no era la niña que había perdido a su padre en un accidente automovilístico. Tenía 15 años y una relativamente “buena vida”. Había rumores de que su madre tenía una profesión no muy bien vista en la sociedad, ella trataba de ocultárselo a Saran, pero Saran no era estúpida y estaba muy consciente de su profesión. TambiénAlina había crecido, sólo que ella no tenía la apariencia conservadora (cabello castaño natural, no tatuajes, no maquillaje y ropa holgada) con la que contaba Saran. Ella era todo lo contrario, tenía un piercing en el labio inferior, contaba con mechas fucsias en el cabello y una personalidad totalmente diferente a Saran. Eran los dos polos opuestos. Saran era la chica de perfecta, normal y sin...