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Subteniente confesó luego de que otra niña denunciara agresión de militar con problemas de dicción.

El testimonio de otra niña que fue agredida sexualmente en Arauca se convirtió en la clave paraque el subteniente Raúl Muñoz Linares, perteneciente a la Brigada Móvil 5 del Ejército, fuera capturado y vinculado al asesinato de otra menor de 13 años y de sus dos hermanitos menores en Tame.La niña que testificó -también de 13 años- sufrió abuso sexual el pasado 2 de octubre, cerca de donde días más tarde encontraron los restos de la otra niña y de sus hermanitos en una fosa. Ella señalóante sicólogos que "un soldado con un problema en la lengua", fue el que la ultrajó.

Este testimonio llevó a que la Fiscalía identificara al subteniente Muñoz Linares, que hacía parte del grupo de7 uniformados sospechosos a los que la Fiscalía les había encontrado rastros de sangre en sus equipos y que además dieron versiones contradictorias en su declaración.

Muñoz, con problemas parapronunciar la 'r', fue apartado del grupo de uniformados y llevado a una sede de la unidad militar donde amplió su versión. EL TIEMPO conoció que, aunque inicialmente se mantuvo en su primeradeclaración desconociendo su responsabilidad en los hechos, fueron los resultados de ADN los que lo hicieron confesar.

Las pruebas dieron positivo con los exámenes practicados a la niña asesinada y, ante laevidencia, el uniformado no tuvo más remedio que reconocer que conocía a las dos menores y que había sostenido relaciones con ellas, según él, con su consentimiento.

Incluso, el oficial dijo quehabía tenido un último encuentro sexual con una de las niñas horas antes de que una de ellas desapareciera junto con sus dos hermanos.

La versión se contradice con la que entregaron testigos quedeclararon ante la Fiscalía y que dicen que en el hecho ocurrido el 2 de octubre la menor fue maltratada y llevada a un matorral a la fuerza por el uniformado.

La confesión del subteniente generó...