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Reportatge publicat al suplement ‘ES. Estilos de vida’ de la Vanguardia, 5 de juliol de 2008
Una conferencia. Una presentación de un proyecto. Una reunión. Y sobreviene el pánico. El mismo pánico
de cuando se era adolescente y el profe pedía que saliéramos a la pizarra. Inseguridades, miedos… se
pueden superar con formación y práctica
QUIERO HABLAR COMO OBAMA
EmmaQuadrada
No es un don. No es innato. Lo dicen los expertos: se puede aprender a hablar bien en público y dejar de
sufrir por ello. "Vienen alumnos que lo han pasado muy mal. Algunos ya habían renunciado a hablar en
público y por ello habían perdido grandes oportunidades laborales". La profesora de oratoria Teresa Baró
conoce de primera mano las dificultades que entraña la incapacidad paracomunicarse de una forma
efectiva en público. Da clases a políticos, abogados, directivos y ¡hasta a un lampista! "¿Para qué quiere
un lampista aprender oratoria? Pues el chico era consciente de que cuando hablaba con sus compañeros
de trabajo no salía adelante… y decidió hacer el curso". Continúa: "En el mundo laboral con un mínimo de
responsabilidad directiva se necesita esta habilidad. Porque encualquier momento puedes tener que dar
la cara delante de los medios de comunicación. O tendrás que hacer ponencias, conferencias, etcétera.
Todas estas actividades son propias del profesional de hoy".
Y los profesionales de hoy son los alumnos de ayer. Así que el problema que la sociedad española
arrastra empieza en la etapa de formación. "Hay un abismo entre lo que se enseña tanto en laescuela
primaria como en la universidad y lo que requiere el mundo profesional", exclama Baró. La primera
conclusión es que los chicos no salen preparados para desenvolverse hablando en público. "En la escuela
se potencia el estudio de la gramática y la expresión escrita. Los alumnos pueden suspender por errores
en ortografía, por no hacer una buena redacción, pero poquísimas veces se les evalúala capacidad de
expresarse oralmente. Ni por aspectos tan importantes como la pronunciación o la vocalización. ¡Por no
hablar del lenguaje no verbal!".
Teresa Baró, que dejó de dar clases de lengua en el instituto para crear Icómpani, su propia agencia de
comunicación para adultos, ha detectado lo que para ella es la raíz del problema: "Los profesores son los
primeros que no tienen ni idea decuáles son las técnicas para hablar bien". Evidencia que "si los
profesores de lengua somos los responsables de formar a los alumnos en técnicas de comunicación…
resulta que en la universidad tampoco nos lo enseñan. Así que la solución empezaría por una buena
formación de los profesionales de la docencia".
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Hace tan sólo tres décadas el sistema escolar era así de rígido: el profesorera la autoridad, el que
hablaba, y los alumnos escuchaban. Punto. No había más. Las cosas han cambiado y los chicos tienen
una mayor libertad de expresión, pero este cambio no incluye un aspecto fundamental: que sean capaces
de hacerlo bien. Los alumnos tienen la posibilidad de expresar sus opiniones y argumentos "aunque otra
cosa es que lo hagan bien desde el punto de vista de las habilidadesy también de la educación, del
protocolo que requiere una intervención pública", señala Baró. Muchos profesionales víctimas de esta
mala formación acuden a ella y se sorprenden de sus propias capacidades. "Hace pocas semanas vino un
abogado con más de veinticinco años de trayectoria y cuando acabó exclamó que era más fácil de lo que
pensaba y que ojalá lo hubiera hecho antes".
Y es que loimportante es darse cuenta de ello, apunta la psicóloga Mercè Pasqual. "Es fundamental
autoevaluarse. Reflexionar sobre qué he sentido, qué he aprendido y crear un contexto para poder
continuar mejorando mis competencias". Coincide con Baró: el secreto es aprender y practicar mucho.
Pero la psicóloga añade que "se debe conectar con la fuerza interna y creer en uno mismo". En este
punto habla de...
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