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fue un suizo quien vistió de mantel largo a la nueva gastronomía chilena, contribuyó a su profesionalización y formó a los principales chefs de cocina.
Antes estuvo a cargo de la cocina degrandes hoteles en Suiza, Turquía, Israel y China y atendió personalmente a reyes, políticos y estrellas como Sofía Loren y Audrey Hepburn. Hoy sigue deleitando en su restaurante de Termas de Cauquenes.
"¡Aestas alturas, ya debo ser el abuelo de la gastronomía en Chile!", corrige René Acklin, soltando una de aquellas carcajadas que tan bien retratan su carácter alegre, simpático y bonachón. 

A los 70años, su estampa revela además su pasión por la buena comida y los vinos. En efecto, su frase 'la vida es demasiado corta para beber vinos malos' ya se ha hecho célebre. 

A los once años yfuertemente influenciado por la figura de su abuela paterna -una de las primeras cocineras profesionales en Suiza- Acklin ya tenía claro que lo suyo era la gastronomía. 

"Mi abuelo hizo una gran casa paratoda la familia, pero cada uno tenía su propio departamento. Cuando yo llegaba del colegio, entraba a la derecha y veía qué tenía de almuerzo mi mamá, después iba a ver qué tenía la abuela, y dondemás me gustaba, ahí me quedaba almorzando", recuerda de sus tiempos de infancia en Möhlin, un pequeño pueblo de habla alemana ubicado entre Zúrich y Basilea.
Primero en clases de cocina escolar
Tantofue su interés por el arte culinario que junto a tres amigos pidió ser aceptado en lasclases de cocina de su escuela, hasta entonces reservada exclusivamente para las niñas. 

Después de terminar elcolegio VIAJÓ a Neuchâtel, un cantón suizo de expresión francesa, para aprender el idioma. Allí trabajó en una pastelería, logrando ascender rápidamente. 

Al poco tiempo ingresa como aprendiz decocinero al HOTEL Beau-Rivage de esa ciudad.
"Como aún no tenía 16 años, me exigían un examen médico y volver a Möhlin para pedir una autorización de mis padres, ¡que por supuesto firmé yo! No iba...