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Mt 9:9-13
Sal 31:20-25
Jer 9:22-23
1 Co 9:24-27
Misericordia quiero y nosacrificios. Quizás esta frase sea también conocida por ustedes. Las pronunció Jesús, citando al Antiguo Testamento, según el libro del profeta Oseas: “Lo que pido de ustedes es amor y no sacrificios, conocimiento de Dios y no holocaustos”. (Os 6:6) Y Jesús cita esta palabra de Dios del Antiguo Testamento, compartiéndola y refiriéndola al caso concreto que tenía delante de sus ojos: rigidez,temor, inseguridad, malicia que conducía a la incapacidad de amar, de tener misericordia por los demás, es decir compadecerse por los demás. A fin de cuentas, no tener la capacidad de amar en plenitud.
Tenemos sí que, ser conscientes que, los religiosos fariseos, no tenían otra intención que borrar del mapa a Jesús. Eran ciegos a la palabra verdadera de Dios. Y si advertían la presencia del Espíritude Dios, lo contristaban notablemente, al cerrar sus corazones y enceguecerse orgullosamente frente a la evidencia de Dios que tenían en la persona de Jesús. ¿Cuál era el problema de los fariseos que, rechazaban a Jesús? Era el mismo problema que, hoy existe con los que rechazan a Jesús: la incapacidad de aceptar por fe, un mensaje sencillo y claro de amor y de misericordia que provienedirectamente de Dios mismo. No sabemos tanto por qué esas personas rechazan el evangelio, pero sí sabemos que hay una presencia maligna que, constantemente está acechando para que muchos no logren aceptar el mensaje de Dios.
Estas personas, eran muy religiosas. Se tenían por buenos creyentes y cumplidores de la ley de Dios. Pero en verdad no era así. Lo de ellos no era fe, era simplemente el cumplimiento deleyes y tradiciones que, ellos creían que se trataba de la ley de Dios. Ellos creían que, por pertenecer a una institución, por cumplir con los ritos y tradiciones de la institución, por poder leer la palabra de Dios, por haberla memorizado y estudiado o por creer saberla al dedillo, estaban capacitados para ser llamados ‘hijos de Dios’.
Sin embargo, Dios mismo llega para aclarar las cosas.Jesús como Hijo de Dios, está allí y el mismo dice lo que significa en primer lugar ser un creyente: “Misericordia quiero, y no sacrificio”.
Veamos que significa en primer lugar sacrificio. Con sacrificio Jesús está hablando de las obras que se hacían en el templo por cumplimiento de la ley de Moisés. Estas eran ofrendas que, se hacían en el templo sacrificando animales en el altar, de esta forma,solicitando el perdón y beneplácito de Dios. Era una forma primitiva de relacionarse con el Dios del Antiguo Testamento. En este caso, Jesús se está refiriendo a que lo más importante no es el cumplimiento de ciertas reglas, ritos o costumbres de los hombres, sino, lo más importante que, Dios quiere que hagamos. Y lo más importante antes y ahora también, si de veras queremos agradar a Dios y obtenersu favor es ejercitar la misericordia en todas sus expresiones.
Y ahora veamos qué significa misericordia. Misericordia es una palabra que, significa compasión, amor:
“Cierta vez una madre se acercó a Napoleón rogándole perdón para su hijo. El emperador replicó que el joven había cometido la ofensa dos veces y la justicia demandaba la muerte.
–Pero yo no pido justicia–explicó la madre–. Yo...
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