DI 6

La revolución inició de manera bastante espontanea debo admitir, se podría decir que era inevitable que esta sucediera, todo apuntaba a que así sería, las autoridades no hacían mas que esforzarsepara que la frágil estabilidad se desmoronara, me sorprende que la bomba no hubiese estallado antes (una bomba metafórica claro está, una bomba que contenía todo nuestro descontento y mal estar, creíimportante aclarar este punto aunque no se deben negar las otras bombas las cuales no autorice en lo absoluto pero de las cuales se me responsabiliza, no sin razón, y que produjeron mucho daño). Elgobierno de mi querida nación no era precisamente amigable, llamarlo "gobierno autoritario" era decir poco, el miedo era su principal arma y la fuerza su respaldo. Todo miembro de este sombrío país teníaun puesto y un rol determinado, debía cumplir al pie de la letra su función para volver a casa sin ser increpado y de esta forma recibir la paga para alimentar a su familia, era lo más cercano aesclavitud que aun había en este "civilizado" planeta.
Toda revolución conlleva tiempos oscuros y esta no fue la excepción, mi amada patria fue teñida con sangre, la muerte lo invadió todo, no había lugarseguro donde estar, todo era un campo de guerra. La batalla por la liberación duro años y las consecuencias fueron nefastas, había que reconstruirlo todo, había que resurgir de las cenizas, mi paístenía volvería a lo más alto, tenía que hacerlo.
Dada mi condición de cabecilla en tiempos de guerra se me nombro primer ministro temporal, era claro para mí que no poseía los conocimientos yhabilidades necesarias para realizar por mi propia cuenta la difícil tarea de resurgir esta nación, es por esto que decidí formar un consejo que contara con el apoyo de toda la ciudadanía y con el cualdeterminaríamos los pasos a seguir para la reconstrucción. Fue por ese entonces cuando conocí al viejo sabio, en la primera reunión del nuevo gobierno. Ese anciano tenía una forma de ver las cosas muy...